En 2022 se superarán los 2 millones de metros cuadrados construidos en Montevideo y Maldonado. Pero en total, la inversión privada en el rubro superará los 3.000 millones de dólares. El presidente de la Cámara de la Construcción, Diego O’Neil, remarcó los buenos números del sector durante este año, pero los empresarios aguardan por el próximo año, cuando finalizarán las obras de gran porte de UPM y el Ferrocarril Central.
“Hay proyectos en cartera, que algunas ya se anunciaron y otros serán anunciadas en los próximos meses, que esperamos puedan iniciar en 2023. Esperamos que haya nuevas cosas, como iniciativas privadas que se están tramitando en OSE para las planta potabilizadora de Arazatí, sumado al saneamiento en una cantidad de localidades del interior”, dijo O’Neill a Radio Carve, este lunes 23.
Explicó que el 70% de la inversión en el sector proviene de los privados. De ese total, el 25% corresponde a vivienda y el resto al sector industrial.
La construcción culminó, en 2022, tres años de crecimiento consecutivo. En noviembre de 2021 habían registrados 55.000 trabajadores en el BPS, cifra que no se observaba desde 2015. El año anterior, en pleno bajó de la actividad por la pandemia, fue el único sector que creció.
De forma similar se refirió el gerente ejecutivo de la Asociación de Promotores Privados de la Construcción del Uruguay (Appcu), Aníbal Durán, en nota con El País, cuando informó que el registro de trabajadores en el BPS para este rubro no paró de crecer desde enero de 2021. Por otra parte, los inversores privados moverán este año unos 3.000 millones de dólares, guarismo muy superior a UPM 2.
Ahora la preocupación es cómo seguirá el nivel de actividad de la construcción en 2023, cuando las dos obras de gran porte finalicen.