El gobierno toma decisiones en políticas de salud pensando en el bolsillo de unos pocos de la industria y no en la salud de la gente, denuncia ENT

Cajas de Cigarrillos de la marca Philip Morris. Foto:Javier Calvelo/ adhocFotos
Cajas de Cigarrillos de la marca Philip Morris. Foto:Javier Calvelo/ adhocFotos

La Alianza de la Sociedad Civil para el Control y Prevención de las Enfermedades No Transmisibles (Alianza ENT Uruguay) publicó un libro titulado ¿Qué comemos?, donde se registra que para flexibilizar el rotulado frontal de alimentos con las advertencias de exceso de azúcar, grasas y sodio los ministros de Salud e Industria “fundamentaron el mismo discurso que venía fundamentando la industria” de alimentos procesados envasados, explicó el activista Diego Rodríguez, de ENT, en Menú Informativo.

Rodríguez contó que la publicación recoge el registro de que “tanto (el ministro de Industria, Omar) Paganini como (el de Salud Pública, Daniel) Salinas”, cuando fueron “al Parlamento” juntos “porque se les pidió explicación de por qué estaban haciendo tantos cambios” al etiquetado frontal con octógonos en los envases de alimentos procesados, ambos “fundamentaron el mismo discurso que venía fundamentando la industria”.

En rigor, “ninguno de los dos fundamentó los cambios; nosotros se lo preguntamos a Salinas y a Paganini, y ninguno de los dos daba evidencia científica” de que “´los límites para poner los octógonos deben ser otros´”, por ejemplo, en concentración de azúcar, grasas y sodio, “nunca existió”.

“Y sí, las propuestas de cambios salieron con la grifa del Ministerio de Industria, pero hubo un acuerdo y además fue firmado en Consejo de Ministros, o sea hubo un acuerdo a nivel de Presidencia”, puntualizó.

Para el activista, la permeabilidad del gobierno a los intereses de ciertas industrias fabricantes de productos nocivos para la salud “es el factor común” que explica estos cambios y la política oficial pro-tabaco: “está claro que se está tomando decisiones en las políticas públicas, y en particular en las políticas de salud, pensando en el bolsillo de unos pocos, de la industria, y no en la salud de la gente; y está claro, en el caso del tema tabaco hasta lo ha dicho públicamente el propio presidente”, recordó.

“Nosotros le dijimos a Paganini ´no lo cambien porque ya se recorrió ese camino, si esto se cambia sin evidencia, sin fundamentos, puede ser cuestionado´ incluso a nivel internacional” como sucede con las medidas pro-tabaco; “y él dijo ´lo que pasa es que si yo voy al supermercado así como está, lo que me va a pasar es que estoy rodeado de octógonos´”.

Rodríguez razonó que “el problema es que estás rodeado de octógonos”, es decir que la mayoría de los alimentos envasados que se ofrece al público son perjudiciales para la salud, “no que le voy a sacar octógonos para no estar rodeado de octógonos, no es verlo o no verlo sino tomar conciencia”.

La vigente hasta los cambios que está haciendo el actual gobierno “es una política de informar al consumidor (…), no se está prohibiendo, se está regulando, se está dando mayor información al consumidor” acerca de los ingredientes de los alimentos empaquetados porque “hay estudios que muestran que vos tomás la decisión de compra en diez segundos”, alertó.

Recordó también que con el etiquetado frontal de alimentos ya hubo “dos modificaciones” desde que asumió el actual gobierno, “eso fue increíble: empezamos esta administración de gobierno con una política definida con unos límites; dijeron que las iban a cambiar, las cambiaron en octubre de 2020 si no recuerdo mal; eso, vieron que no les gustó como quedó y en enero, a un mes que entrara en vigencia su propia definición de esos límites flexibilizados, volvieron a flexibilizarlos; hubo dos cambios (…); incluso vimos que lo que más afectó fue a los productos dirigidos a niños y niñas”.

 

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