La titulación de docente técnico del presidente del Codicen de la ANEP, Robert Silva, fue obtenida hace poco más de dos décadas durante un breve periodo en el cual las autoridades educativas, a la sazón el propio Silva, habían “flexibilizado” las exigencias formativas reduciendo a un mínimo inédito la carga horaria de las materias específicamente pedagógicas y didácticas, explicó Pablo Romero, profesor de Ética, en Nada Que Perder.
Romero describió al aire el detalle del proceso de cambios curriculares que poco más de veinte años atrás introdujeron las autoridades educativas al efecto de “facilitar” el acceso a la titulación en formación docente técnica.
“Cuando ingresa Robert Silva como consejero y como presidente luego de la ANEP había una exigencia de la titulación, y la titulación es en estos términos: muy escasa, mínima; pero lo que más llama la atención es que haya sido parte y actor principal, él mismo, de un proceso” en cuyo transcurso “la circular 35/2000 lleva una única firma que es la de Robert Silva y que esto lo haya beneficiado en la obtención de ese título”, precisó.
El entrevistado recordó que “esto se da en el marco -estamos hablando de hace veinte años- de un plan que está relacionado con la ´reforma (Germán) Rama´, en donde además Robert Silva tuvo un papel central” primero como secretario general de Secundaria y luego como secretario general de ANEP.
Es así que Silva estuvo “de un lado y de otro del mostrador” y entonces “se benefició de una flexibilización de la cual él mismo forma parte y firma; él termina estampando la firma que habilita ese cambio bastante radical, que además va en contra de lo que la propia dirección docente del INET (Instituto Normal de Enseñanza Técnica) había planteado el año anterior”.
“También es muy curioso, y llamativo, que ante la sugerencia de la propia dirección docente de extender a dos años la titulación docente, se deje de lado y se reduzca” en aras de “´flexibilizar, facilitar la titulación´”, indicó.