Finalmente no se pudo hallar la identidad genética de los restos óseos ubicados en el Batallón nº.14 porque, si bien el perfil genético se detectó con 23 marcas de ADN, no coincidió con alguna de las muestras de la base de datos de familiares de detenidos desaparecidos, explicaron las autoridades.
La muestra de fémur que se remitió al laboratorio en Córdoba, Argentina, encontró 23 marcadores genéticos, aclaró la antropóloga Alicia Luziardo, este viernes 21 en la conferencia de prensa desarrollada en Fiscalía. Junto al fiscal especializado, Ricardo Percivalle, y el director del INDDHH, Wilder Tyler, conformará un grupo de trabajo para continuar con la identificación. También estuvo en la mesa el integrante de Famidesa, Ignacio Errandonea.
No serían ni los de María Claudia García de Gelman ni los de Elena Quinteros, adelantó la antropóloga. Lo que sí se confirmó es que los restos demuestran que fue una muerte violenta y presumiblemente por torturas.
El problema surgió porque hay perfiles de detenidos desaparecidos construidos en base al material genético de parientes y familiares que no están completos. Ahora se trabajará en los perfiles con muestras insuficientes y sin muestras. Esto será parte de la labor del grupo de trabajo a partir del lunes.
Perciballe aseguró que los restos óseos pertenecen a una mujer detenida desaparecida y que la responsabilidad recae en el Estado. La búsqueda continuará porque es una obligación que el Estado asumió. El caso demostró que el Batallón 14 sigue siendo un objetivo relevante y por esto las cautelas se mantendrán y, si son necesarias nuevas medidas cautelares, serán solicitadas.
También separó la responsabilidad penal de los responsables, en su mayoría oficiales de la OCOA y la SID, quienes deberían afrontar cargos por delitos de lesa humanidad, de las personas que tienen responsabilidades “tangenciales”, como quienes hicieron los traslados, cavaron las fosas, fueron centinelas o tuvieron actuación lateral, que son procesos de cargos que ya prescribieron.
“Queremos establecer con certeza que, con las conductas tangenciales, entendemos que no se tratan de crímenes de lesa humanidad, y por eso les decimos a estas personas (a estos soldados) que no tengan temor en brindar información, que rompan con las ataduras del pasado, que entiendan que es un tema eminentemente humano y que con la información que puedan aportar seguramente van a sanar heridas que quedan pendientes”, expresó.
Por su lado, Tyler reflexionó que se añadió un nuevo elemento de incertidumbre a la que ya trae la desaparición forzada. El universo sobre el que se puede trabajar es más reducido, al filtrar las identidades, y nos convoca a redoblar el esfuerzo. Adelantó que el próximo lunes a primera hora se reinician los trabajos de excavaciones en el mismo lugar que fueron detenidos cuando se produjeron los hallazgos.
“El trabajo y la determinación para seguir se mantienen. Nuestro pensamiento y accionar está en seguir dando respuesta y acompañar a los familiares”, concluyó.