Lo grave de la reunión de Lafluf es el entorno del presidente organizando poco menos que una estafa: el análisis de Cesin

Torre Ejecutiva. Foto: Pablo Vignali / adhocFOTOS.

Los principales casos de corrupción y otras crisis como la del agua potable durante 2023 fueron reseñados en Nada Que Perder por el director periodístico de M24, Nelson Cesin, para quien “toda esta trama” del pasaporte entregado al narco Sebastián Marset, “desde el punto de vista político, fue de la principal porque se lleva puesto a cuatro altos jerarcas del gobierno”. 

Cesin recordó que esos jerarcas fueron “dos ministros (Francisco Bustillo y Luis Heber), un subsecretario (Guillermo Maciel) y un asesor principal del presidente como era Roberto Lafluf”.

Señaló al respecto que “se llevó puestas a cuatro altas figuras del gobierno pero oficialmente aún no sabemos por qué, porque el presidente en esa conferencia” de prensa al retornar de su viaje a Estados Unidos “nos dijo que ninguno de los cuatro tuvo ninguna responsabilidad legal en el otorgamiento del famoso pasaporte”.

“Entonces se fueron; después Heber dio su versión: que no se fue por haber hecho mal las cosas sino porque Cabildo le iba a votar la censura en el Parlamento; ni siquiera un mea culpa por eso”.

Por lo tanto, “lo que no pudo el Frente Amplio” con numerosas interpelaciones parlamentarias y otras acciones políticas, es decir la remoción de Heber, lo consiguió “el audio de Carolina Ache”.

“Lo que reveló todo esto y lo grave -por eso digo que para mí es el hecho político destacado y más preocupante- es el entorno del presidente organizando poco menos que una estafa”, acusó Cesin.

“Porque se armó una estrategia para ocultar las pruebas sobre el pasaporte para Marset, pruebas que estaban pedidas por la justicia; en la conferencia de prensa el presidente la sacó regalada, el sábado aquel después de volver de Estados Unidos”, evaluó.

“La sacó realmente regalada porque ahí el presidente reconoce que ‘pasó a saludar’ en la reunión, reconoce que él pidió la reunión, dice: ‘la convoqué a los efectos de tener una línea única de trabajo y acción’”, parafraseó Cesin la admisión de Lacalle.

“En esa reunión -según la versión no desmentida por Lacalle de Ache- a Ache le pidieron borrar los mensajes y destruir un acta notarial; era imposible que el presidente no estuviera al tanto de eso, más allá de que hubiera ‘pasado a saludar’”, razonó Cesin.

“Pero poco después, el presidente igual se enteró del resultado porque Ache se niega a firmar y Lafluf lo consulta; el propio presidente dice en ese momento: ‘Lafluf me llama y le dije que si esa era la decisión, que se presentara todo’; está hablando de la decisión de Ache de que no iba a destruir nada”, reconstruyó.

“Entonces dice el presidente: ‘al otro lunes se presentan todos los documentos en el juzgado’; o sea, esa fue la decisión porque Ache quiso que esa fuera la decisión; ahora, si Ache se sumaba a esto (que pedía Lafluf), la decisión era destruir pruebas a la justicia”.

Cesin rememoró que “la justicia había ordenado (entregársele) esos chat el 9 de noviembre y esa reunión fue el 25 de noviembre; ¿cómo se van a poner a evaluar 15 días después ‘si le entregamos o no el material a la justicia’? Ahí está la gravedad del caso para mí, que directamente va a la cabeza del presidente, directamente”.

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