Una fake news es mentira y dar información falsa es una estafa, pero se vive como si fuera el triunfo de la libertad de expresión. El académico especializado en comunicación, Pedro Russi, analizó las consecuencias en los cambios que este año instalará Facebook, Instagram y el resto de plataformas sociales de Meta, propiedad de Mark Zuckerberg.
Facebook nace en 2004, se transforma en Meta ya en 2021 como una empresa de datos e información. Y esta es la clave, identificó Rusido en la entrevista con INFO24 (lunes a viernes desde las 08h. por M24, en su horario de verano). Explicó que la fuente de ingresos de los productos de Meta (Facebook, Instagram, Whatsapp, Messenger, Threads) se generan a través de la gestión de la información.
En 2023, el ingreso de Meta fue de 135.000 millones de dólares. Los beneficios económicos llegaron a 47.000 millones de dólares y, además, los beneficios netos fueron por 40.000 millones. Las reservas netas del Banco Central alcanzan a 17.000 millones de dólares, para marcar una comparación.
Uno de los momentos más escandalosos de la plataforma está relacionado con la acusación de Cambridge Analytica, con el uso de datos para un tipo específico de comunicación política estratégica en procesos electorales, con presiones para que la firma realice controles y moderación de los contenidos.
Meta contaba con 80 sistemas de verificación, que no tienen la potestad de excluir posteos pero sí advierten a la empresa que determinado usuario publicó una información falsa. Al controlar esto, entra en juego “el tema de los datos y la información como geopolítica”.
Esta geopolítica que estamos viviendo, con un conservadurismo muy fuerte y grotesco, se va a enmascarar en las frases como “libertad de expresión”, “voces libres, “volver a las raíces”. Que en realidad es para algunos elegidos.
Al eliminar a los verificadores y moderadores que hacen chequeo de información, ingresaremos a un “canibalismo informacional” y, por lo tanto, político, aseveró el especialista.
La diferencia entre censura y verificación es clara, pero hablan de ellas como si fueran lo mismo. Si se suma el ingrediente de la “libertad de expresión” como la entienden, entonces se consagra la idea de “río revuelto, ganancia de pescadores”, sintetizó.
Con esta “recuperación” se vive el triunfo de la “libertad contra la censura”, pero se pierde la claridad ante este tipo de situaciones. Una fake news es mentira, eso no es libertad de expresión. Acusar sin pruebas y dar información falsa por un voto es fraude.
“Estamos hablando de mentiras, crimen e incitación a la violencia. No es casual porque este “dejar hacer, dejar pasar”, fórmula de la economía liberal, provocará pérdidas importantes con la mirada en varios temas, como migración o género.
“Las plataformas se van a abrir para decir que las personas LGTB+ son portadoras de enfermedades mentales; casi nada, esto tendrá una moderación más ligera”, indicó. Terrorismo, drogas, estafas, explotación sexual serán puntos de moderación, sí, pero lo interesante es saber qué entienden ellos como “problemas”: a qué se le llama terrorismo y a qué no.
Además, Meta permitirá que haya más contenido político en la plataforma. Con los cambios, “quien quiera podrá decir lo que quiera”.
Los equipos de moderación de Meta se trasladarán de California a Texas, uno de los reductos más republicanos de los Estados Unidos. “Lo que estamos observando es la apertura a decir lo que se les ocurra porque la moderación estará realizada como nota de comunidades, una situación donde primará la ley del más fuerte, sintetizó.