"No podemos analizar la violencia en los centros educativos como un problema de seguridad únicamente”, señaló la directora de Derechos Humanos de la ANEP.
Info24 conversó el jueves pasado a la directora de Derechos Humanos de la ANEP, Nilia Viscardi, sobre la función de la Comisión de Convivencia y Participación, que reúne a representantes de todos los subsistemas educativos, en medio de una jornada marcada por la reflexión tras el episodio de violencia registrado en una escuela de Flor de Maroñas.
“Tenemos efectivamente una realidad que está atravesada por diferentes dinámicas conflictivas”, señaló Viscardi al explicar el contexto en que se estableció esta comisión el pasado 30 de octubre y que promueve la inclusión de niñas, niños y adolescentes en las decisiones sobre convivencia escolar. Según indicó, el objetivo es “instalar procesos que permitan la prevención de violencias” y fortalecer la promoción de derechos.
La socióloga sostuvo que “la realidad uruguaya viene indicando que hay una violencia de largo plazo”, con fenómenos que “ocurren en los centros educativos en diferentes niveles”, en dinámicas complejas que se observan en Uruguay desde hace años, que además de ser “largas y sostenidas” se mezclan con cuestiones de época.
Viscardi destacó que el plan de trabajo incorpora la participación activa de estudiantes de todos los niveles. “Niños, adolescentes y jóvenes van a estar integrando esta comisión”, expresó, y detalló que el espacio buscará “hacerles consultas respecto de algunas dinámicas” que se quieren trabajar junto a ellos. En ese sentido, se abordarán “cuestiones antiguas” como el problema del bullying, y otras más nuevas como los conflictos que se dan en internet.
“Los centros educativos tienen una realidad propia, generan entre sus integrantes dinámicas que efectivamente pueden incidir disminuyendo los conflictos que existan o aumentándolos”, añadió. Y subrayó que parte de estas situaciones proviene de “una acentuación de problemas de violencia vicaria que explícitamente se trasladan a los niños en el centro educativo”.
En este tramo de la entrevista, Viscardi insistió en que las escuelas deben entenderse dentro de su entorno social: “No podemos analizar la violencia en los centros educativos como un problema de seguridad únicamente”, y recordó la importancia de “trabajar con mucho cuidado” en aquellos contextos donde “los niveles de homicidio y de violencia hacia niños y adolescentes son altísimos”.
“Es inaceptable que se dé la agresión a un docente, la agresión a un niño y adolescente, pero no es inesperado dado el deterioro de los vínculos y las condiciones inhumanas en las cuales niños, adolescentes y adultos viven en Uruguay”, enfatizó.
Pese a estas situaciones, Viscardi remarcó que los centros educativos “continúan siendo un espacio protector de derechos” y llamó a sostener “un pacto social” para defender a la educación y a la sociedad de dinámicas instaladas hace muchos años. Añadió que el desafío es “promover convivencia y participación” y lograr que las escuelas sean “un espacio cercano y de contención también del conflicto”.