"No creo que este acuerdo sea objeto de envidia en la medida de los impactos reales concretos que pueda tener”, manifestó Soto cuando fue consultado por las declaraciones del senador colorado, Andrés Ojeda.
El contador y decano de la Escuela de Negocios de la Universidad Católica, Marcos Soto, destacó que lo firmado entre Argentina y Estados Unidos la semana pasada es el “anuncio” o “intención” de un "acuerdo marco de promoción de inversiones", conocido como TIFA, similar al que Uruguay firmó con ese país en 2007. “Hasta que no haya una letra del acuerdo, es muy difícil decir el alcance y la profundidad que va a tener”, señaló en Nada que perder.
Para Soto, este anuncio intenta demostrar que hay un “vínculo fluido entre Estados Unidos y Argentina” y un buen relacionamiento entre sus gobiernos. “No es nuevo en la medida de que Donald Trump ha basado su política internacional en afinidades ideológicas”, remarcó Soto, a la vez que señaló que el “espaldarazo” de EEUU al gobierno argentino de Javier Milei “no es menor”, dado que este necesita “generar confianza en los mercados”.
El entrevistado reiteró que es “un anuncio de acuerdo”, del cual todavía no se tiene “la letra chica” y por lo tanto es “demasiado arriesgado” sacar grandes conclusiones. No obstante, puntualizó: “Estamos hablando de un TIFA, un acuerdo marco para la promoción de la inversión y el comercio, que Uruguay lo tiene hace 20 años”.
En ese contexto, señaló que no será un acuerdo comercial que genere “amplias preferencias arancelarias”, frente al cual Argentina estaría inhibido por su pertenencia al Mercosur, sino un “acuerdo marco” que promueve determinadas acciones. En el caso de Uruguay, ejemplificó Soto, permitió desarrollar las franquicias internacionales a través de las empresas de logística.
Según lo anunciado, en el caso argentino se abordarían rubros más específicos, con productos que forman parte de la lista de excepciones acordadas en el Mercosur; por eso consideró que lo acordado no contravendría las normas del tratado regional. “Argentina entendemos que hace uso de esa lista de excepciones y además incluye otros sectores de forma inteligente, por ejemplo, el sector de vehículos y autopartes”, expresó.
“No creo que este acuerdo sea objeto de envidia en la medida de los impactos reales concretos en la letra que pueda tener”, manifestó Soto cuando fue consultado por las declaraciones del senador colorado, Andrés Ojeda, quien en una rueda de prensa reciente dijo sentir “cierta envidia” por el anuncio de este acuerdo marco.
Con respecto a algunas críticas locales, según las cuales la carne uruguaya quedaría en desventaja a partir de este acuerdo, Soto recordó que a dos días de la comunicación del acuerdo con Argentina Trump dio "marcha atrás en los sobrearanceles” que había impuesto a la carne de todo el mundo, del que Uruguay también se vería beneficiado. “Todo es relativo y dinámico”, subrayó.
"Argentina ha jugado de forma inteligente y con cierto nivel de ajedrezismo; su principal mercado sigue siendo Brasil. Entonces, tampoco es que Argentina puede pegarle un portazo al Mercosur. Demasiados eslabones productivos están entrelazados entre las dos economías principales del Mercosur", enfatizó.