“No se puede entender lo que sucedió en aquellos años con la cabeza de hoy”, remarcó el escritor.
El escritor y periodista Gerardo Tagliaferro presentó Los fusiles de Cristo, un libro que recupera la historia de sacerdotes, religiosas y pastores que participaron en la lucha armada uruguaya a fines de los años sesenta y comienzos de los setenta.
En diálogo con Info24, explicó cómo surgió el proyecto y por qué considera necesario comprender ese período desde su propio contexto histórico.
En el comienzo, Tagliaferro recordó que la idea nació mientras investigaba la biografía del exguerrillero y exministro de Defensa, Eleuterio Fernández Huidobro. Allí encontró la historia del cura Indalecio Olivera, que “pasó casi sin escalas a ser comandante de una columna del MLM Tupamaros”.
Ese impacto inicial lo llevó, dos décadas más tarde, a profundizar en otras trayectorias de religiosos involucrados en procesos políticos de la época.
Tagliaferro destacó que tanto la Iglesia católica como sectores protestantes tuvieron debates intensos sobre su papel en la transformación social. Mencionó especialmente que “la Iglesia Metodista como institución tuvo un compromiso muy fuerte con el cambio social en aquella época”, generando tensiones internas y resistencias entre los fieles más conservadores.
Entre las figuras destacadas de aquel período mencionó a monseñor Carlos Partelli, “sacerdote progresista” que estaba a cargo de la diócesis de Montevideo, y cuyo documento “Pastoral de Adviento” fue especialmente polémico a fines de los 60. En ese texto, Partelli “hablaba de la reforma agraria, de la necesidad de un cambio de las estructuras en la tenencia de la tierra”, planteamientos que molestaron a los conservadores y marcaron una postura progresista dentro de la jerarquía católica uruguaya.
El escritor insistió en que comprender esos años exige abandonar miradas anacrónicas: “No se puede entender lo que sucedió en aquellos años con la cabeza de hoy”, enfatizó, y recordó que un documento firmado 1.000 sacerdotes latinoamericanos -entre ellos 95 uruguayos- llamaba a no equiparar la “justa violencia de los oprimidos” que atravesaba el continente con la “violencia injusta de los opresores”.
En el tramo final, habló de su vínculo personal con la religión y cómo marcó su sensibilidad hacia esas historias. Contó que de adolescente se distanció de la práctica religiosa, pero más adelante quedó impresionado por las posiciones muy progresistas de curas como Arnoldo Espadachino a fines de los 60.
“La relación de sacerdotes con la lucha política siempre me atrajo mucho”, reiteró, y citó también el caso del “cura Zafaroni”, que tuvo un pasaje “muy fugaz, pero muy intenso” por todo el fenómeno de la lucha armada, tal como lo registra en el libro que se presentó este viernes en Montevideo.