La artista recordó que desde niña sintió que las canciones le “hablaban” y que ese impulso la llevó a componer cuando aprendió sus primeros acordes. “Esto era lo que las canciones me querían decir, que yo también las iba a hacer”, afirmó.
La cantautora uruguaya Florencia Núñez atraviesa un momento especial tras obtener cinco premios Graffiti por Fe, su último álbum, estrenado en noviembre de 2024.
En diálogo con Nada que perder, la artista señaló que aún intenta entender el alcance del reconocimiento y explicó que en un panorama con “más de 3.100 trabajos” postulados, le resulta “una locura y un atrevimiento” haberse llevado tantas estatuillas. Aun así, dijo que su principal parámetro sigue siendo la satisfacción personal: “Mi sensación siempre que termino un disco es el orgullo por el trabajo terminado”.
Núñez sostuvo que el álbum se consolidó en un proceso trabajado “con mucha colaboración” y destacó el aporte de su equipo técnico y artístico. La mayoría del disco fue producido junto a Guillermo Berta, mientras que dos canciones contaron con la participación del venezolano Gustavo Guerrero. También sumó voces invitadas como las de Laura Canoura, Raly Barrionuevo y Jorge Drexler, quien grabó la canción “Las vueltas”.
Sobre el proceso creativo del disco, Núñez explicó que Fe alude a la confianza como motor artístico. Aunque reconoció que en Uruguay el término se suele asociar a lo religioso, precisó que para ella significa “haber encontrado ese lugar en el que confiar, en el que tener esperanza, en el que creer: la música”.
Relató que desde muy pequeña sintió que las canciones le “hablaban” y que ese impulso la llevó a componer cuando aprendió sus primeros acordes. “Esto era lo que las canciones me querían decir, que yo también las iba a hacer”, rememoró que pensó en ese momento.
La composición de “Las vueltas” también nació de una búsqueda íntima. Núñez señaló que su “obsesión” con el disco Mediterráneo del catalán Joan Manuel Serrat, derivó en una relectura personal de la canción “Lucía”.
Consultada sobre su trayectoria, Núñez recordó su llegada a Montevideo desde Rocha a los 18 años y admitió que vivir en la capital le dio oportunidades concretas. Sin embargo, remarcó que la construcción del camino artístico depende de crear comunidad, ya que “es imposible hacer esto sola”. Señaló que en Uruguay persiste un enfoque “muy montevideocentrista”, aunque valora que hoy existan propuestas del interior “muy bien trabajadas”.
La artista también reflexionó sobre ser mujer en la música, especialmente tras convertirse en la primera compositora en recibir un Graffiti en 2017. Aclaró que ese hito solo puede entenderse como parte de una coyuntura social que permitió mirar con otros ojos el trabajo femenino: “No es un techo que yo haya roto sola”, dijo. Destacó que el reconocimiento le dio legitimidad, aunque subrayó que detrás de ella “vienen un montón con una fuerza bárbara”.
Núñez cerró con una invitación a su próximo show, que será la Sala Zitarrosa el 30 de noviembre, donde culminará la gira del disco.