Desde la Federación Nacional de Profesores de Educación Secundaria (Fenapes) afirman que a más de 5 meses de haber comenzado el año lectivo, hay 7.836 horas semanales vacantes en Secundaria y aseguran que sumadas las vacantes y los recortes al terminar el ciclo se habrán perdido un millón de horas.
En diálogo con El Menú del Día, José Olivera, secretario general de Fenapes aseguró que esto es una demostración clara de cómo el relato de las autoridades desde la construcción presupuestal el año pasado hasta hoy, ocultó un hecho de la realidad que es este recorte brutal en la carga docente tanto por el lado del empleo como por el lado del salario.
“Obviamente esto tiene condiciones negativas para las condiciones de trabajo, pero muy especialmente en lo que respecta a la condiciones de estudio” y agregó que “una de las consecuencias directas de este recorte brutal de horas a nivel de educación secundaria, es el aumento de la cantidad de estudiantes por grupo”.
Señaló que no hay ninguna política educativa en la actualidad, ni perspectivas en el corto plazo para atender esas demandas, como por ejemplo “el desdoblamiento de grupos o la reducción de cantidad de estudiantes por grupos para ir a una atención más personalizada”.
Reveló que según cifras que manejan desde el gremio, “una tercera parte del estudiantado matriculada al primero de marzo de este año, tiene serias dificultades para la reinserción en la presencialidad”.
Aseguró que hoy el Uruguay está aplicando lo que “el grupo corporativo”, llamado Eduy21, ideó en lo que es la política pública, para Olivera “estamos viviendo un proceso de privatización de la política pública educativa”, según el dirigente de Fenapes, la política pública educativa no se discute en los ámbitos donde se debería discutir sino que “viene escrita detrás de un escritorio”.
Al ser consultado por la intención de las autoridades de ir a un Bachillerato Interdisciplinario General en el que los estudiantes solo tendrán que elegir un “énfasis” en lo que hoy es sexto de liceo eliminando las orientaciones que existen hoy, Olivera afirmó que esta reforma se hace desde una concepción “economicista”.
Para el dirigente de Fenapes, esta reforma “tiene una lógica clarísima, reducir la cantidad de horas docentes para de esa forma bajar la masa salarial que es parte del objetivo que el gobierno nacional le ha impuesto a todo el sistema educativo” y subrayó que se va a “una formación general básica”.
Se va a dar una formación “tan básica” que en el mejor de los casos a los jóvenes les servirá para “competir” en el mercado laboral “ocupando los peores puestos de trabajo, en las peores condiciones de trabajo, y en las peores remuneraciones” criticó.
“Esta es la lógica que se le quiere imponer a la educación pública mientras que se le reserva para las elite, en el marco de la educación privada, la formación integral” subrayó.