El ataque letal de Hamás en el sur israelí provocó una ofensiva militar del Estado judío en Gaza, donde gobierna ese movimiento palestino, generando una dramática situación social que la ONU advierte como catástrofe inminente, asunto del que Inés Abdel Razek, directora del Instituto Palestino para la Diplomacia Pública con sede en la ciudad de Ramalá, habló en INFO 24.
La activista de origen franco-palestino describió que “la situación en Gaza es horrorosa, casi la totalidad de la población está sin electricidad, sin internet, sin conexión; es muy difícil también hablar con ellos (sus amigos), la situación nunca ha sido peor”.
Recordó que la Franja de Gaza es “un territorio que ya estaba bajo bloqueo total de 16 años; la situación es horrorosa a tal punto que la gente tiene que beber agua del mar, no hay bastantes bolsas para los muertos, están enterrados todos en fosas comunes y los hospitales ya no pueden funcionar y recoger a los heridos”.
La realidad presente en dicho territorio “es realmente terrible y se prepara una invasión terrestre por Israel, que ha llamado a un millón de personas a desplazarse” desde el norte hacia el sur de la Franja; “esto claramente es un plan de limpieza étnica, y ahora los expertos legales también dicen que hay un plan de genocidio, y yo no uso esa palabra muy ligeramente, pero es lo que está pasando”.
“Israel ha pedido a la ONU desplazar a 1.100.000 personas del norte al sur de Gaza” a fin de despejar de población esa parte del territorio para poder atacar a Hamás, pero “la ONU dijo que esto es imposible, que esto es una catástrofe humanitaria”, precisó.
La activista consideró que con esa solicitud israelí “no se trata de responder a Hamás o al ataque del 7 de octubre, se trata de un plan de largo plazo de desplazar y de forzar la expulsión de los palestinos; en 1948 mi familia y 700.000 palestinos fueron echados de Palestina y ahora se repite la historia”, aseguró.
Ante el pedido del gobierno y fuerzas armadas de Israel “muchos palestinos rechazaron irse, porque no tienen adonde ir; es un territorio muy chiquitito, y la gente ya estaba bajo bloqueo, es una prisión al aire libre, entonces no hay ningún lugar seguro; mucha gente se fue para el sur sin saber muy bien dónde estar seguros”.
“Se confirmó que Israel bombardeó las rutas que la gente tomó del norte al sur, y está bombardeando también el sur, donde ha dicho a la gente de refugiarse; es claro que hay un intento de erradicar la Franja de Gaza, y otra vez no se trata de unos objetivos militares o de respuesta a un ataque, y hay que pararlo”.
“Todos los palestinos, la sociedad civil, las organizaciones de Derechos Humanos hablan de un cese al fuego y de parar este genocidio que se está desarrollando frente a nuestros ojos”, alertó.
Abdel Razek recordó después que “hasta el año pasado y los dos años pasados fueron los más mortales para los palestinos: cientos fueron matados por el Ejército, hubo ataques de colonos por toda Palestina” y “a los campos de refugiados” como el de “Yenín”.
Puntualizó que “este ataque de Hamás que tomó por sorpresa a Israel por el daño amplio que hicieron también a civiles (…) se tiene que condenar, se puede condenar los muertos civiles, nadie quiere ver a muertos civiles; pero la población civil que más ha sufrido la violencia desde décadas han sido los palestinos”.
En esa dirección señaló que “la contextualización es esencial para ver de dónde tenemos que parar esta violencia, porque aquí estamos para trabajar en construir un futuro justo, y solo se puede construir un futuro justo reconociendo que los palestinos fueron deshumanizados totalmente” durante un periodo prolongado.
“Y esta deshumanización, humillación y falta de derechos lleva a comportamientos y actos también deshumanizados, y también crímenes; salir de eso solo se puede hacer terminando la ocupación militar con el apartheid” impuesto por Israel, reclamó.