En Uruguay una persona de cada tres que trabajan, lo hace con alguna restricción relevante referida a la calidad de su empleo, en línea con otros rasgos estructurales del mercado laboral local tales como dificultades adicionales que enfrentan los afros, los jóvenes, las mujeres y quienes no culminan carreras terciarias, explicó el vice entrante de ASSE, economista Daniel Olesker, en INFO 24.
Olesker señaló que “aproximadamente, según los datos del INE, las personas con problemas de empleo en Uruguay son unas 600.000”; esto incluye “personas que no tienen empleo”, las que “tienen un empleo no registrado en la seguridad social” y las que “tienen un empleo por un número de horas que no es suficiente”.
El mercado de trabajo doméstico en este momento se integra con unas “1.800.000 personas”, por lo que “una de cada tres tiene un problema de empleo”; además, “en el 1.200.000 restante, que no tiene ninguno de estos tres problemas, hay asalariados con salarios muy bajos” como “los famosos ‘veinticincomilpesistas’”.
Recordó que “la tasa de desempleo promedio en 2024 fue 8,5%”, pero la correspondiente a “menores de 29 años es la mayor: en el caso de 14 a 24 (años) es 26% y en el caso de 25 a 19, casi 11%”; así, “la mitad de los desocupados tienen menos de 29 años”.
A su vez, “la tasa de desempleo de las mujeres es 30% por encima de la tasa de los varones: 7,20 versus 9,34”, y “en el subempleo es 60% mayor”, con lo cual “las mujeres acceden menos al empleo y las que acceden”, lo hacen “a empleos de menor carga horaria”.
Añadió que “en ascendencia racial el problema también es muy claro: la tasa de desempleo de los afro es 40% por encima de la de la raza blanca; en informalidad, 20%; y en subempleo, casi 20%; la mitad de las personas que están en el mercado de trabajo que son de ascendencia racial afro, tienen algún problema de empleo”.
Asimismo, “las que no culminaron el ciclo básico y las que no culminaron Secundaria, ahora son del orden del 10%”, pero “las que culminaron Secundaria hoy tienen una tasa de 9%”, es decir que “están muy cercanas”, solo 1%, en cuanto acceso al empleo.
“El gran salto se da a una tasa de 2% cuando se completa estudios terciarios, que no son necesariamente universitarios”, por lo que “también el nivel educativo está asociado con las condiciones de empleo”; y al mismo tiempo, “la tasa de actividad, o sea la gente que ingresa al mercado de trabajo, es más baja con nivel de Secundaria incompleta”, ésta accede menos al mercado laboral.