La Bienal de Montevideo puede visitarse en el Palacio Legislativo hasta el 30 de noviembre, todos los días de 11 a 19 horas.
En la entrevista central de este viernes, Info24 recibió a Alejandro Denes, co-curador de la sexta edición de la Bienal de Montevideo, que este año se denomina “Amazonas Ancestral”.
Según se describe en su presentación, la muestra no trata a esa región desde un punto de vista utilitario que promete un mero beneficio económico o ecológico, sino como un valor en sí mismo, que se alimenta de su poética y de su estética.
En la conversación, Denes recordó que la idea comenzó a gestarse tras la quinta Bienal, en 2023, cuando su colega Alfons Hug -curador de la actual Bienal- lo invitó a compartir la curaduría con esta propuesta, que coincidía con un hecho político clave. En ese entonces, el presidente de Brasil, Lula da Silva, había solicitado que la conferencia COP30 sobre cambio climático se llevara a cabo en el Amazonas, algo que finalmente se concretará este año.
El proyecto tomó forma durante dos años, articulando artistas de la región amazónica y del Uruguay. “Tenemos artistas de Brasil, de Perú, de Guyana, de Venezuela, tratamos de que vinieran artistas de esa región”, explicó; por su lado, los uruguayos invitados “hicieron una experiencia en el Amazonas”, comentó Denes, tras participar de un viaje a Manaos en 2025.
Denes también participó en el diseño del logo de la Bienal, que se inspira en los grafismos ancestrales de los pueblos amazónicos. “No es un grafismo de una etnia determinada, sino inventado”, dijo, y contó que los colores verde y rojo aluden a “la exuberancia de la naturaleza” y al pigmento vegetal utilizado “en las pinturas corporales y ornamentales de las casas”.
Entre las obras más destacadas, Denes mencionó la intervención del artista Pablo Uribe en el Palacio Legislativo, que instaló réplicas de las esculturas de los caciques indígenas Abayubá y Sapicán; según acotó, la Bienal conjuga “obras muy poéticas y obras muy políticas”, que invitan a reflexionar sobre el presente.
Una de las piezas emblemáticas es el “manto tupinambá”, creado por una artista de esa etnia brasileña. “Esa es una obra muy importante en la Bienal”, explicó Denes. Tiene un simbolismo político trascendente, porque tiene escritos los nombres de los caciques “que cayeron muertos” en la lucha durante la conquista portuguesa.
La Bienal de Montevideo puede visitarse en el Palacio Legislativo hasta el 30 de noviembre, todos los días de 11 a 19 horas.