Este miércoles la viceministra de Relaciones Exteriores, Carolina Ache, concurrió a la Fiscalía donde declaró ante el fiscal de Delitos Económicos, Alejandro Machado, por la causa que investiga el trámite del pasaporte al narcotraficante Sebastián Marset a fines de 2021.
La exjerarca comunicó al magistrado, según supo M24, que el asesor del jefe de Estado y publicista, Roberto Lafluf, le había enviado el 25 de noviembre de 2022 un mensaje por WhatsApp en el que la convocaba junto al dos de Interior, Guillermo Maciel, a una reunión a las 15 horas en el piso 11 de la Torre Ejecutiva por orden del presidente de la República, Luis Lacalle Pou.
Incluso Ache comenta que Lafluf le sugirió ingresar por el garaje del edificio de la Presidencia.
La reunión se lleva a cabo a la hora prevista en la que, según Ache, es "presionada" por ambos con el objetivo de eliminar los mensajes de WhatsApp. Los mensajes en cuestión eran los que Maciel le había confirmado a Ache que Sebastián Marset, a quien se le estaba tramitando un pasaporte uruguayo, era un narco "peligroso".
Relata que lo hizo, aunque sabía que dichos mensajes permanecían en el Registro de Protocolizaciones de un escribano desde donde no se pueden borrar. El jerarca del Ministerio del Interior también borra los mensajes.
En dicha reunión Ache es "presionada" para que ante un escribano realice una nueva protocolización respecto al estado del celular en ese momento, ya que Lafluf consideraba incorporar al expediente judicial la primera copia de la nueva protocolización, donde no estaban los mensajes entre Maciel y Ache.
La exvicecanciller se niega y se retira de la reunión, dado que interpretó que había intención de ocultarle información a la Justicia.
Más tarde Maciel le envía un mensaje desde el celular de su hija en la que muestra una captura de pantalla con información que aseguraba que WhatsApp no permite recuperar los mensajes borrados.
Es allí, relata Ache, que se comunica con Lafluf a quien le ratifica la idea de no volver a protocolizar el contenido del celular sin los mensajes, dado que su abogado le había manifestado que ello constituía un delito.
Pese a ello Lafluf continuó insistiendo y afirmó que hablaría con el presidente. Luego Ache recibe una llamada del asesor del mandatario y le pide que vuelva a agregar una copia del Registro de Protocolizaciones.
Ache manifiesta ante el fiscal que este hecho le causó sorpresa porque ella le había agregado la primera copia del Registro de Protocolizaciones donde estaban contenidos los mensajes, y al consultarle al publicista el motivo por el que debía hacerlo de nuevo, éste responde que había desaparecido porque él lo había destruido.
Fue así que Ache entregó por segunda segunda vez la información solicitada, contenida en un testimonio por exhibición del Registro de Protocolizaciones.