Aumenta la cantidad de ataques al periodismo y eso preocupa en la previa de un año electoral, advirtió CAINFO

Pablo Vignali/ URUGUAY/ MONTEVIDEO/ Cámaras de televisión durante una conferencia. Archivo.

La cantidad de ataques al ejercicio del periodismo aumentó desde el informe de 2020 elaborado por CAINFO, recordó el presidente de la organización, el periodista Fabián Werner. Es más, desde la presentación del último informe, en mayo, se contabilizan 30 casos. Esto llevará a que la presentación de 2024 cuente con la misma cantidad o una superior en el marco de un año electoral, lo que preocupa a CAINFO.

Werner explicó en Nada Que Perder (lunes a viernes desde las 08:00 horas) que la mayoría de los cuestionamientos llega de actores estatales, una situación preocupante porque es el Estado el garante del ejercicio de los derechos de la ciudadanía. Estamos hablando del periodismo ejerciendo su rol de control y el oficialismo reacciona con discursos estigmatizantes e incluso con acciones judiciales, señaló el entrevistado.

Las expresiones por parte de actores del oficialismo y del sistema político son reiteradas, describió. A partir de 2021 se plantea la preocupación por la escalada de discursos estigmatizantes hacia cierto sector del periodismo, un intento de aislar a una parte del periodismo que puede parecer más crítica. Consideró que esto puede afectar la libertad de información.

Recordó el vínculo histórico de los canales comerciales con diferentes gobiernos tras ser consultado por la información sobre los fondos públicos dirigidos a estos grandes medios, identificado por Werner como formas de utilizar recursos públicos para restringir o afectar la libertad de expresión según lo estipulan los marcos internacionales.

Se busca conocer la fuente de los periodistas, algo que afecta la libertad de expresión de la tarea. Da la impresión que se busca dar a publicidad los nombres de las fuentes, puntualizó. Para Werner, el punto preocupante es la intención detrás del llamado en comisión general a Juan Gómez. Uno puede pensar que hay periodistas con experiencia y respaldo, pero otros se pueden sentir amedrentados, así como sus fuentes.

Se viene la campaña electoral

El desempeño de periodistas en el caso Astesiano fue, por ejemplo, criticado por Lacalle Pou, quien llegó a deslizar que los Reporteros Sin Fronteras mentían en sus informes sobre el deterioro de la libertad de expresión en Uruguay, otra situación que calificó como preocupante cuando se convierte en un discurso sostenido. Werner recordó que plantearon algún tipo de limitación ante la crítica permanente de algunos voceros del Gobierno hacia periodistas o grupos de trabajo periodístico, que identificó con una intención favorable a crear climas de hostilidad para afectar la credibilidad de su trabajo.

Con una campaña electoral inminente en 2024 y tres años de cuestionamiento sostenido al periodismo uruguayo, uno puede pensar que esos cuestionamientos aumentarán, estimó Werner. “Sienten que puede existir un perjuicio político y electoral, y eso genera reacciones”, definió. No observó una disposición por parte del oficialismo por hacer más amplia la discusión de estos temas y recordó que APU buscó la conformación de una comisión especial que trate estos temas, que no fue llevado por el oficialismo.

Caso Penadés y la profesión periodística

Un ejemplo. El caso Penadés tiene ejemplos de trabajos por fuera de la línea, sobre todo si se lo observa del lado de las víctimas, reparó Werner. Esas declaraciones ante el sistema judicial están dentro de un proceso y un ambiente de cuidado, no están pensados para la audiencia. Se publicaron detalles que son capaces de identificar a las víctimas y hay que pensar tanto en la investigación judicial como en la privacidad y en su derecho a no ser revictimizados.

También remarcó que es un tema de hondo interés público, en el cual quedó claro que fueron utilizados recursos estatales y no se puede hablar en este caso de privacidad, la prensa debe trabajar de forma libre e independiente y esto forma parte del ataque cuando se amplifican estos discursos públicos.

En líneas generales, el periodismo uruguayo es muy respetuoso de los lineamientos éticos y hay pocas “fugas” del mismo. Pero ya existen las herramientas para manejar lo que se puede o no decir, y criticó la propuesta de Cabildo Abierto que naufragó.

Recordó que en otros países de América Latina, el discurso de los gobernantes, quienes acceden a foros privilegiados, más seguidores, medios afines, genera malestar en la población que sigue a esos gobiernos y genera represalias contra el trabajo periodístico. En este marco, recordó que 2024 será un año electoral.

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