La senadora nacionalista recibió a un grupo de residentes venezolanos en Uruguay que denuncian dificultades para inscribirse y ejercer su derecho al voto en la embajada de Venezuela en el país. Sin embargo, en 2018 expresó su desacuerdo con el voto para los uruguayos en el exterior. “Es muy fácil vivir en Holanda y venir acá y decir qué es lo que tienen que hacer”, había dicho.
En su rol de vicepresidenta en ejercicio, la senadora nacionalista Graciela Bianchi se reunió con representantes del grupo “Con Venezuela Uruguay” para escuchar sus reclamos.
Tras la reunión, Bianchi transmitió el reclamo al canciller Omar Paganini, instándolo a que el Ministerio de Exteriores evalúe los pasos a seguir para garantizar que la embajada de Venezuela actúe de acuerdo a la ley y permita la inscripción para votar sin trabas administrativas injustificadas, según consignó la agencia Efe.
“Venezolanos residentes en Uruguay, con la presidencia del señor Gustavo Becerra, nos visitaron para compartir la necesidad de la prórroga del plazo para inscribirse y hacer uso del derecho al voto consular. La embajada de Venezuela ha puesto trabas al ejercicio de ese derecho”, expresó la legisladora en redes sociales.
Sin embargo, esta postura de apoyo al voto exterior para los venezolanos residentes en Uruguay contrasta con declaraciones anteriores de Bianchi en las que se manifestó en contra del voto consular para los uruguayos que viven en el exterior.
En 2018, en una entrevista con El Espectador, la senadora expresó su oposición al voto en el exterior, argumentando que el voto conlleva tanto derechos cívicos como obligaciones, y que los ciudadanos deberían regresar a su país para ejercer su derecho al voto.
Bianchi fue enfática al decir: “No me importa la decisión que tome el Partido Nacional en referencia a este tema. Yo no estoy de acuerdo con el voto en el exterior”, rechazando la idea de que los ciudadanos que residen fuera de su país tengan derecho a influir en los asuntos internos mediante el voto.
“No me van a venir a decir qué gobierno me va a gobernar a mí. Que vuelvan, para lo bueno y para lo malo. Es muy fácil vivir en Holanda y venir acá y decir qué es lo que tienen que hacer”, expresó en ese entonces.
