Entrevistado en InterCambio el biólogo grado 5 Héctor Musto, integrante de la Academia Nacional de Ciencias e investigador del Pedeciba, habló de la necesidad nacional de invertir más recursos en investigación científica en general y en ciencias básicas en particular, y reflexionó sobre la ciencia por su valor como cultura, que trasciende su dimensión productiva y tangible.
Musto contextualizó el tema recordando que “vivimos en un país en el que lamentablemente la situación es bastante crítica en cuanto a la inversión estatal en el desarrollo de la ciencia y la técnica” en general. Mientras que Uruguay coloca entre “0,33” y “0,34 del PIB” en esta expresión del saber y el conocimiento, “Israel” invierte “4,54” de su Producto, “Alemania” el “3,02” y “Corea” del Sur el “4,55”, como ejemplos entre varios otros.
En la magnitud de esa apuesta radica “la explicación” de que Corea del Sur haya experimentado “una explosión” productiva en solo “cuatro décadas”. Indicó que allí como en otros países que han seguido caminos similares, “por un lado está lo que invierte el propio Estado y por otro, lo que hacen los propios industriales” destinando recursos para investigar e innovar.
Por el contrario, en nuestro país, “las empresas, en investigación invierten poco o nada”, por no decir “nada”. Para revertirlo “se debería llevar a cabo desde el Estado una política mucho más agresiva”, que incluya estímulos vía reducción “de impuestos” y “por otra parte (…) el propio empresario debería invertir como para salir a competir con otros productos”, razonó.
Después, el científico respondió a unos recientes comentarios críticos del director de la OPP, Isaac Alfie, referidos a la inversión en ciencia y a la capacidad de la comunidad científica nacional de generar resultados. “Alfie está cometiendo un error”, valoró Musto. Recordó al respecto que “el objetivo” acordado por la academia con los partidos políticos de cara a la campaña electoral de 2014, “siempre fue llegar a esa cifra” de 1% del PIB para inversión en I+D “en el quinquenio”, de modo de “ir consultando con el sector académico, que es grande, que es amplio, en qué ir invirtiendo”.
Luego, el entrevistado mencionó rubros y actuales necesidades materiales y operativas concretas que requieren inversión para potenciar y acrecentar la investigación científica y la innovación técnica en nuestro país; desde algunas “instituciones” y “edificios” hasta “repatriación” de científicos y “política de becas” para “aumentar el número” de investigadores “acá” en el país pero “sobre todo en el exterior”; así como “traer investigadores a fundar líneas nuevas” de trabajo y también “financiar estadías en el exterior”; asimismo, “que los salarios sean más atractivos para la gente que se dedica a la ciencia”, estableciéndose “un salario mínimamente digno” porque un objetivo consiste en “volver atractiva la carrera de científico”.
Si bien en este último aspecto “se ha avanzado” un poco durante los años anteriores y es así que “tampoco estamos como en la época de la dictadura” ni como “antes” de ésta, hay que tener “ojo” porque en muy poco tiempo “destruir, que la cosa se venga abajo, es mucho más fácil que construir”. “No estamos teniendo capacidad de retener a la cantidad de gente que estamos formando” y como país “somos exportadores de cerebros”.
Más adelante en la entrevista, Musto habló sobre ciencia básica y ciencia aplicada, analizó el tema de la relatividad inherente al concepto de utilidad de la ciencia y subrayó el valor de ésta como forma y expresión de cultura.