Si bien el sector de la producción lechera contaba con un bajo nivel de endeudamiento, la sequía obligó a los tamberos a solicitar créditos. “Se formó una brutal deuda, la estimación varía según quien lo maneje pero seguramente esté arriba de los 60 millones de dólares”, informó el directivo de la Asociación de Tamberos de Canelones, Justino Zavala.
Esta “deuda inesperada”, como la calificó Zavala, creció por la necesidad de comprar insumos vitales para enfrentar la falta de lluvias de los últimos meses. “Vamos a tener que encontrarle una fórmula para financiarla y que no se convierta en un tamiz que haga que produces sin espalda no puedan soportarla”, adelantó el productor.
La principal preocupación de cara a los próximos meses son las lluvias, pero los pronósticos indican que caerá agua en exceso, algo tan malo o incluso peor que la seca, según el dirigente gremial.
Los productores cobran 0,43 dólares por litro de leche, pero el tipo de cambio perjudica a los productores más pequeños porque, con una inflación del 9%, si el precio de la leche cae 2% medido en pesos uruguayos “se ve complicada su manutención”, advirtió.
Es por esto que Zavala opinó que la preocupación de los tamberos es analizar si cambian de rubro por otro tipo de producción o incluso otro tipo de trabajo.
Destacó a los campos reverdecidos tras las últimas lluvias, una buena noticia para la producción lechera. Esto haría que la remisión a plantas industriales aumente, un dato alentador porque El Observador también informó que en febrero cayó la remisión un 9,3% en comparación al mismo mes del año pasado. Medido en doce meses, la caída es de 1,9%.
