La advertencia reiterada por el diputado Sebastián Cal, de Cabildo Abierto, de que el extinto empresario Gonzalo Aguiar le había contado de su condición de financista de la última campaña electoral del exsenador herrerista Gustavo Penadés, es otro ejemplo de todo lo que Luis Heber desconocía como ministro de Interior, analizó el director periodístico de M24, Nelson Cesin, en Nada Que Perder.
Cesin recordó que en una conversación privada entre el director de un medio de comunicación fernandino y el legislador cabildante, éste “había dicho cosas muy gruesas, había hablado de que este empresario, Aguiar, había aportado -hablando de los vínculos entre el narcotráfico y la política- a la (anterior) campaña de Penadés”.
Esa conversación entre Cal y el periodista se dio “en el marco de una lectura que el diputado tenía -o aún tiene- del Herrerismo como ‘la escuelita del crimen’; o sea, le llamó ‘la escuelita del crimen’ al Herrerismo, y además vinculó directamente” a Aguiar con Penadés.
Y si bien “luego el diputado Cal pide disculpas porque dice que no tenía pruebas de eso”, Cesin reprodujo un audio con un fragmento extraído de una entrevista del parlamentario en otro medio en la que Cal “de alguna forma vuelve a repetir ese concepto, atribuyéndoselo al empresario Aguiar, como que el empresario Aguiar le contó que había financiado” la campaña electoral de Penadés en el año 2019.
El periodista de M24 advirtió al respecto que “estamos entrando en un terreno muy peligroso en ese sentido; como dice el diputado, ‘habrá que investigar’; pero si uno empieza a atar cabos, ve los vínculos que han aparecido entre actores del gobierno y este empresario; llama un poco la atención, por decir lo menos”, alertó.
En esa dirección, algo que a Cesin le “inquieta de este episodio es cómo es posible que el exministro del Interior y hoy senador” de la emblemática lista 71 “siga desconociendo cosas todo el tiempo”.
“Cuando era ministro desconocía que buena parte de la cúpula policial estaba vinculada con (el excustodio Alejandro) Astesiano y sus maniobras, por llamarle de alguna manera; tampoco Heber tuvo en su momento idea de la peligrosidad de (Sebastián) Marset”.
De la misma manera, “tampoco Heber, y en este caso su sucesor, que es (Nicolás) Martinelli, tuvieron la más pálida idea de quién era (Carlos) Taroco (…), el jefe de la principal cárcel y de la unidad de análisis de inteligencia penitenciaria del Ministerio del Interior, era un cargo muy relevante” que indagaba y amedrentaba a víctimas de Penadés a fin de que retiraran sus denuncias, recordó el periodista.
