Canzani: el gobierno cambia de pantalla para jugar de otra manera y esto le abre a la oposición frenteamplista la oportunidad de jugar de otra manera

En su columna semanal en InterCambio el sociólogo Agustín Canzani analizó la coyuntura a la luz del comienzo de un nuevo momento político en el marco de la emergencia sanitaria activada por la pandemia del nuevo Coronavirus.

Canzani contextualizó su lectura de la situación en la conferencia de prensa del pasado “viernes” 17 de abril, cuando “el gobierno” transmitió el mensaje de que “cambia de pantalla” y de que con esto “pasa a la ofensiva” generando “otra agenda pública”. Esto lo hace “asumiendo riesgos” y así busca moverse hacia un escenario más similar al previo al 13 de marzo.

Para proceder a ese “cambio de pantalla”, el gobierno se respalda por un lado en una situación sanitaria controlada y por otro, en una tendencia mundial a flexibilizar las restricciones de circulación y movilidad públicas.

En este momento se verifica que “el impacto hasta ahora de la enfermedad es relativamente limitado” en nuestro país, y también sucede que “ya las cifras son menos impactantes” al punto de que las muertes van generando “cierto acostumbramiento”, o sea “una normalización” de esa dimensión.

Esa realidad local junto al contexto internacional de flexibilización, permiten al gobierno “justificar que esto se alinea con las buenas prácticas, con lo que pasa en otras partes” y tornar “razonable que el gobierno pueda hacer política habitual”. Y precisamente “en ese marco aparece el envío de la Ley de Urgente Consideración” (LUC) al Parlamento, señaló Canzani.

Por un lado, “esa es un área de riesgo para al gobierno”, pero al mismo tiempo, “hasta cierto punto” se trata de un riesgo “controlado”, y puede descontarse que el gobierno “lo asume porque le permitirá mostrar su perfil y le permite aprovechar el momento” político, que “está caracterizado todavía” por lo que se llama “el proceso de ´luna de miel´”. De hecho, recordó el sociólogo, apenas “hace 50 días que el gobierno asumió”.

“Y el segundo efecto” positivo de ese movimiento para el oficialismo es el de “estrechar filas, el efecto de ´unidad nacional´”. Es así entonces que “estas dos cosas lo preservan” de posibles “respuestas ´casi desubicadas´”, mientras tiene además la oportunidad de exhibir “reducción de gastos” a los que presenta como superfluos, transmitiendo la idea de austeridad fiscal.

Mientras tanto y en sintonía con el programa y los objetivos de fondo del gobierno, “se van procesando dos ajustes: uno económico” y en función del que “va a haber una caída muy relevante” del PIB durante este año; y otro ajuste “en el Estado” y en general “en la administración pública”, alertó.

Es así que “se están procesando estas cosas mientras pasa lo sanitario”, en tanto que “se transmite esta idea de una ´nueva normalidad´”, siendo que “en Uruguay esto adquiere un significado más amplio porque se da en medio de un cambio de gobierno”. Este tránsito permite mostrar “un nuevo gobierno” junto a la imagen de que “el país comienza a marchar bajo el nuevo gobierno” y a hacerlo incluso “bajo ciertas restricciones”, describió.

En este contexto, “para el Frente Amplio (FA) el gran desafío es empezar a discutir qué supone la ´nueva normalidad´” y cómo se encara “el día después”. Y como “el FA no puede aceptar” que ese día después “sea con una peor calidad de vida y exclusión social”, tiene que “evaluar bien de qué manera se posicionará frente a la LUC y en qué aspectos se enfoca” de ella.

“Dos temas centrales” para la coalición-movimiento en ese camino, son el “del tránsito” hacia la salida de la emergencia sanitaria “y tratar de discutir cómo son las cosas para el día después”. Este último tema incluye cómo será el movimiento comercial, qué sectores sobrevivirán al impacto, cuáles serán los niveles de actividad sectorial y “cómo será el financiamiento (…) de mediano plazo que el país vaya a tener para enfrentar esta situación”. “Ahí se abre un espacio de protagonismo” para el FA, señaló el columnista.

Para instrumentar concretamente ese espacio potencial, “una de las posibilidades” de la oposición pasa por “empezar a plantear iniciativas legislativas”, camino que puede ser facilitado por el hecho mismo de que “hay una situación nueva”, reflejada por ejemplo en una nueva versión de la LUC que sigue activando disensos entre partidos y sectores del gobierno. “Hay una cuestión de pedagogía política” y de sentido de la oportunidad “que el FA no debería desaprovechar” hacia otra etapa de acumulación.

Y simultáneamente, en cuanto al asunto sanitario vinculado a la pandemia, “también (…) hay un conjunto de temas que el FA debe necesariamente monitorear”, entre ellos el proceso de salida de la situación de emergencia. Es un capítulo tan relevante como delicado, ya que “administrar estas salidas es una cuestión compleja” en general “y administrar un retorno” eventual a la emergencia por una recaída sanitaria “es más complejo aún”.

Como síntesis de su columna de este martes 21, el director de la Fundación Liber Seregni expresó que “el gobierno cambia de pantalla” para empezar “a jugar de otra manera” y esto le presenta a la oposición frenteamplista la oportunidad política de comenzar también a “jugar de otra manera”.

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