Entrevistado en InterCambio el ex director de la Ursec y director propuesto por el Frente Amplio (FA) para Antel, Nicolás Cendoya, habló de su situación y detalló el marco de la denuncia que derivó en su imputación.
Cendoya precisó que actualmente “estoy en calidad de imputado o indagado” como parte de “una investigación a nivel de la Fiscalía General de la Nación”. “Sufrí un allanamiento el lunes 8 a la mañana”, cuando “se retiraron de mi casa mi laptop personal, mi celular personal y el de Ursec y todos los dispositivos de almacenamiento”, incluyendo “una memoria vieja”. Como consecuencia de todo esto, “un poco quedé incomunicado”.
Si bien a continuación relató con minuciosidad y precisión los hechos que vivió y conoció en torno a la Ursec y describió el confuso contexto que viene rodeando las denuncias desde antes de asumir las nuevas autoridades, resumió que hasta el presente “en este tema hay todo un relato que se va construyendo con algunas cosas exactas, otras inexactas y mentiras”.
Del funcionario que fue denunciado por supuestamente sustraer y destruir documentación, explicó que integraba “equipos de trabajo” en forma normal, recordó que “estos hechos sucedieron en su lugar de trabajo, que era la Secretaría General” y destacó que “era una persona muy sociable, que se vinculaba mucho con la gente” y que nada en él fue problemático.
Respecto de la posibilidad de entrar a la sede del organismo, subrayó que “la Ursec tiene el mismo protocolo de ingreso que la Presidencia de la República” porque integra y pertenece a la órbita de ésta, con todo lo que ello supone en términos de seguridad y controles para este funcionario y todas las personas que allí ingresan. Entonces “el ingreso de él no es una situación anormal” y sobre el día en que supuestamente actuó ilegalmente, “la impresión que me da es que él me estaba esperando para conversar”.
El entrevistado detalló después el capítulo de los desplazamientos de quienes estaban en las oficinas aquel día y valoró que dicho funcionario sí “comete un error injustificable”. “Hay una irregularidad muy clara que es haber utilizado la trituradora sin ser” ya entonces “funcionario de Ursec”.
Sin embargo, puntualizó, “hay una cosa que no se ha dicho” y es que “la famosa carpeta verde” no fue sustraída ni trasladada sino que “queda en Ursec”. La evidencia más clara de esto es que tras los varios allanamientos realizados “labran un acta” en la misma Ursec. “No se llevó nada”, recalcó. Cendoya expresó también “quiero saber qué hay en la bolsa (…) de la trituradora”, que incluso en principio le fue rechazada a la nueva presidenta cuando fue a hacer la denuncia por supuesta destrucción de documentación.
En torno a esos supuestos documentos destruidos y los hasta ahora también supuestos documentos en blanco firmados por Cendoya, es posible “que alguien haya mentido” dado que “lo único que hay (…) son dos tiritas con una firma” incompleta que al parecer rezaría “Gutiérrez” y no Cendoya.
El ex jerarca denunció que “mi honor ha sido mancillado en forma permanente” y apuntó que “acá hay intereses pesados, económicos, en torno a lo que está pasando” con las supuestas ilicitudes en la Ursec.
“A nadie le llama la atención que haya filtraciones del contenido de la bolsa que no tiene el fiscal”, por lo que “alguien está traicionando al fiscal”. Asimismo, “la noticia de El Observador decía ´Ursec denunció a funcionario´” cuando la presidenta aún no había asumido funciones y la denuncia fue hecha a título personal, no como representante institucional. Y todo lo que es documentación “no solo está digitalizado, como todos los expedientes de la Ursec desde el 2015”, sino que todo estaba “publicado”.
Cendoya percibe que “hay un intento de aplastar disidencias en el tema de las telecomunicaciones” por los negocios de los operadores privados. Por ejemplo, “si sumamos todas las demandas que ganamos” a nivel legal “en la Ursec” en casos de denuncias de compañías privadas “contra el Estado”, la cuantía de los negocios involucrados “suma 240 millones de dólares”.
Sobre la nueva presidenta, el ex jerarca dijo que “no personalizo en ella porque esta campaña no la armó ella, ella está cumpliendo un rol” apenas. Cendoya también observa en todo este asunto un evidente “intento de deslegitimarme” para, además, evitar que asuma en el directorio de Antel. “No hay ningún elemento para endilgarme ninguna” de las acusaciones que se han lanzado en su contra y que se manejan al efecto “con esta campaña”.
Continuó ejemplificando esa campaña con el hecho de que “se me endilga haber recibido el formulario de esa denuncia, pero El Observador recibió la denuncia entera” y nadie parece percatarse. En cuanto al plano partidario, “el FA no puede dejar que le elijan los directores que van a esos cargos”.