Comparaciones con Argentina son “ridículas”: el gobierno de Lacalle no heredó cuentas con el FMI y no tenía la angustia que tuvo el de Fernández al asumir producto de una deuda sideral

Expresidente José Mujica (Foto: Santiago Mazzarovich / Adhocfotos)

En su espacio de reflexiones en M24 el expresidente José Mujica rechazó por “ridículas” las comparaciones entre Uruguay y Argentina que lanza el gobierno de Luis Lacalle para atacar al de Alberto Fernández, “y como los países no se mudan hay que saber callarse cuando hay que callarse”, indicó.

Mujica abrió su columna resumiendo el casi medio siglo durante el cual Uruguay estuvo “enganchado” con la dependencia “del Fondo Monetario Internacional” (FMI) hasta el año “2006”, con “la primera administración frentista” y la conducción económica del “contador Astori”, cuando nuestro país “canceló ese largo periodo de deuda” con dicho organismo financiero. Recordó que aquella primera administración frentista había heredado del último gobierno colorado “un par de misiles” financieros que le apuntaban, “compromisos de pagos de deuda que hubo que renegociar para poder saldar hacia adelante”.

A partir de entonces “han pasado varios años y el gobierno que está hoy” a cargo de la República Oriental “no heredó cuentas que pagar con el FMI: heredó crédito stand by, es decir crédito amortizado, reconocimiento internacional de puertas abiertas para conseguir crédito; nada de angustia inmediata, una relativa inflación baja, sobre todo si se compara con lo que pasa (…) en la Argentina y en otros lugares”, destacó.

Es decir que aún con “problemas” legados por el tercer gobierno frentista, el gobierno de Luis Lacalle al asumir “ni por asomo tenía la angustia que tuvo el gobierno argentino de Fernández” al hacer lo propio luego de cuatro años de gobierno liberal de Mauricio Macri, “con una deuda colosal, sideral con el FMI y sin que nadie en el mundo esté dispuesto a prestarle un peso”.

“Y se tuvo que enfrentar la pandemia, y el Uruguay heredó un Sistema público de Salud que gastaba 9 puntos y pico del PBI, porque hay que tener memoria, mientras que el promedio de lo que gasta América Latina en Salud Pública son 3 puntos y medio, según Cepal”, contrastó; fue así que Uruguay se las vio con la pandemia contando con “un aparato público que no hubo que inventarlo, que estaba construido”, situación que “no se puede comparar, ni por asomo, con la tragedia de lo que pasaba en la Argentina”.

“El Uruguay es el país de América Latina que distribuye mejor, y esto es una razón de historia y sería bueno no olvidarse”, tal como “los viejos del Uruguay son los mejor tratados de América Latina; (…) entonces las comparaciones de la situación argentina con la uruguaya son ridículas”.

“Sabemos que hay un diario que ha sido históricamente enemigo de la Argentina: en la década del 40 tronó y pidió la intervención, cuando Rodríguez Larreta era el canciller de Amézaga y justificó con la teoría de que ́cuando un país estaba desordenado, los vecinos tenían la obligación de corregir ese desorden ́; pero la memoria es selectiva; por eso no aceptamos comparaciones que no se deberían hacer, porque entre otras cosas sirven para lastimar las relaciones, y como los países no se mudan, bueno, es tener memoria y saber callarse cuando hay que callarse”, sugirió.

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