Entrevistado en InterCambio el médico Daniel Márquez, integrante del colectivo ´Nada crece a la sombra´, habló de la aún más difícil situación de las personas privadas de libertad ante la propagación en curso del Coronavirus.
Márquez expresó que en esa organización de ayuda y solidaridad “estamos muy preocupados no solo por la salud biológica” sino además por “la salud mental de las personas privadas de libertad”, así como también por las situaciones familiares, en las que abundan las vulnerabilidades.
Por eso mismo solicitaron al Ministerio del Interior que las visitas a los reclusos no se interrumpan sino que en todo caso se regulen y gradúen. “Hay personas que están con graves problemas desde varios puntos de vista” y otras que por diferentes padecimientos o discapacidades ni siquiera deberían “estar en situación de privación de libertad”, puntualizó.
En las cárceles uruguayas “las condiciones son muy propicias para la propagación del virus” y las distintas situaciones requieren la realización de “una valoración persona a persona” acerca de sus respectivas condiciones.
Naturalmente, señaló el entrevistado, “las cárceles que tienen sistemas más abiertos” de reclusión y “no el encierro puro”, son las que “tienen mejores resultados en la salud” de las personas, tanto general como mental.
Valoró que la propuesta del Sindicato Médico de establecer una cuarentena general en todo el país “es pertinente” y destacó como un hecho positivo la decisión “del INR de no cortar con las visitas”, coincidiendo con lo solicitado. “Acá no podemos tener una visión puramente sanitaria”, aclaró.
Para graficar con trazos muy gruesos algunas dimensiones de la realidad carcelaria nacional, Márquez informó que “el 34%” de las mujeres presas permanecen “sentadas o acostadas” cada día durante “más de 10 horas”; que “el 25%” de ellas “intentó o quiso quitarse la vida”; y que “en el 70% de las mujeres trans nos dio positivo el test de VIH”. “La situación de las personas privadas de libertad es muy mala”, resumió el activista y médico.