Daño colateral de bomba que instaló Ache: le pegan a figura que derecha regional apostaba como su líder, analizó Álvaro Padrón 

Álvaro Padrón, analista.

Una derecha liberal en retroceso en la región y carente de líderes apuesta a que Luis Lacalle Pou sea su referente a pesar del escaso relieve político y la ausencia de estatura intelectual del presidente uruguayo, a quien “la bomba Ache” golpea provocando un “daño colateral” en esa proyección de liderazgo conservador en el área, analizó el columnista Álvaro Padrón en Nada Que Perder de M24. 

Padrón señaló los “daños colaterales de la ‘bomba Ache’, porque podríamos decir que es la bomba Marset pero para mí es la bomba que instaló Ache; el daño colateral es que le están pegando a la figura que la derecha regional apostaba para ser su líder, durante un periodo donde nuestro presidente ya no fuera presidente”. 

Indicó que a partir de ese elemento en plena construcción “lo que tenemos que preguntarnos es qué quiere Lacalle del futuro, de su futuro; si no nos hacemos esa pregunta entendemos poco lo que está pasando por su cabeza, un presidente que está más preocupado por su prestigio que por el resultado de su gobierno”.  

El uruguayo es “un presidente al que no le va mal en las encuestas a pesar de todos los golpes”, aunque “distinto es cómo le va a su gobierno; y distinto es cómo les va a los liderazgos que él deja” en su entorno, “que son además muy fragmentados, típica técnica de alguien que no quiere dejar ningún centro de poder” cercano. 

“¿Cuál es el futuro de Lacalle? ¿Y cuál es el futuro que él imagina?”, se preguntó retóricamente Padrón, y para responderse refirió a “una reunión, setiembre de este año, en Buenos Aires, de la centroderecha de la región, que intenta no perder más de lo que está perdiendo, porque hay una metamorfosis de la centroderecha en el mundo y en América Latina” de manera que “va corriéndose hacia la ultraderecha, esto está pasando en todos lados”, advirtió. 

“Y esa reunión intentaba poner el foco en la centroderecha (…), además fue un esfuerzo por legitimar, por respaldar a (Patricia) Bullrich (…), pero no estaba el que todo el mundo quiere que sea, ‘el más presentable de los nuestros’, dicen: ese es Lacalle Pou”. 

Esa aspiración “no tiene que ver solo con Lacalle Pou -que tiene mucho que ver con él-, tiene que ver con el país, porque ¿en dónde van a encontrar un país que les resulte serio como termina siendo Uruguay para eso? En los demás hay estallidos sociales, derrotas durísimas, ultraderechas funcionando”, repasó Padrón.  

Por ejemplo, “Lasso en Ecuador, Brasil con Bolsonaro, ¿dónde quedó la centroderecha brasilera? ¿Dónde está la centroderecha argentina? ¿Cuál es el balotaje ahora? Estoy hablando de la última derrota de la centroderecha; entonces, les va quedando Uruguay; pero además (es Lacalle) un presidente que -calculaban- no iba a salir golpeado, y además, que tiene la revancha intacta: 2029”. 

Es así que “la centroderecha está a la deriva, tiene un problema serio, no andan buscando líderes brillantes ni con nuevas ideas sino que precisan salvavidas, precisan alguien que les motorice un mínimo de sobrevivencia, y que los vuelva a reagrupar”, explicó. 

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