Tras el hallazgo de la identidad de cuatro detenidos desaparecidos en un radio de 100 metros, las hipótesis son cada vez más firmes y las autoridades comienzan a señalar que el Batallón 14 fue utilizado como un cementerio clandestino. Este martes 24 se conoció la identidad de los últimos restos hallados: son de Luis Arigón Castel.
Pasada la medianoche del 14 de junio de 1977, un grupo de personas armadas se identificó como integrantes de las Fuerzas Conjuntas e ingresaron al apartamento de la calle Belgrano, a pocos metros del Estadio Centenario.
Luego de revisar la biblioteca, le consultaron a Luis Arigón Castel si tenía escritos o panfletos del Partido Comunista. A Sara Barrocas, su esposa, la obligan a firmar un papel mimeografiado en el cual confirmaba que fueron tratados de forma correcta. Los libros fueron secuestrados y trasladados en un automóvil Fiat de color blanco. Arigón Castel fue detenido y conducido en una camioneta militar.
Esto es lo que surge de la denuncia que Barrocas efectuó hace ya 46 años, según el sitio de la Secretaría de Derechos Humanos para el Pasado Reciente. Este martes 24, en conferencia de prensa, sus restos fueron identificados, culminando de esta forma una larga investigación.
La antropóloga Alicia Lusiardo recordó que es la cuarta identificación efectuada en restos hallados en un radio de 100 metros. Sumó los de Amelia Sanjurjo, identificada este año; los de Ricardo Blanco Valiente, en 2012, y los de Julio Castro, en 2011.
Hallazgo de Arigón Castel confirma un patrón de enterramiento
Por el tipo de lesión, son heridas de una persona que está tratando de proteger su cabeza y ocurrieron en vida de la persona y muy cercano al momento de su muerte, confirmó Lusiardo en la conferencia de prensa, junto al fiscal Ricardo Perciballe, el ministro de Defensa, Armando Castaigndebat y la hija de Arigón Castel, Sabina.
En cuanto a las heridas en las costillas, Lusiardo explicó que fueron múltiples y sucesivas, lo que podrían haber colaborado con la causa de la muerte, agregó.
Por su lado, el integrante de la Institución de Derechos Humanos y Defensoría del Pueblo, Wilder Tyler, dijo que existe un patrón establecido en el Batallón 14: “fue utilizado como un cementerio secreto para los desaparecidos, con una metodología que albergaba que no fueran encontrados nunca”.
Mención aparte para Sara Barrocas, su esposa, quien denunció la desaparición de su marido y que hoy cuenta con 95 años de vida.