En noviembre de 2018 el Tribunal de Cuentas aprobó por unanimidad y sin observaciones las actuaciones de la licitación para la construcción del Ferrocarril Central, infraestructura pensada para dar salida a la producción entre Durazno y el puerto de Montevideo. Uno de los objetivos era reducir costos y aumentar la rentabilidad para los productores, anunciaba en aquel entonces el presidente Tabaré Vázquez.
Este martes 16 de abril el presidente de la República, Luis Lacalle Pou, inauguró el Ferrocarril Central en la estación de Cardal, Florida.
Allí el mandatario se refirió a las condiciones de seguridad jurídica de Uruguay para concretar el proyecto que este martes llevó a cabo su primer traslado de carga completa de celulosa en 25 vagones.
A la actividad asistieron personalidades del gobierno, autoridades departamentales, empresarios y el exministro de Transporte y Obras Públicas de la administración anterior, Víctor Rossi.
Lacalle dijo que a partir de ahora está el sueño de contar con un tres de pasajeros y en ese sentido indicó que existen empresas que piensan llevarlo hacía Salto y que se pueda utilizar la trocha en Rivera para transportar carga.
Por su parte, el actual ministro de Transporte y Obras Públicas, José Luis Falero, recordó que el desarrollo del Ferrocarril Central comenzó en la pasada administración y que complementa la inversión de la empresa UPM en su planta de celulosa ubicada en Centenario.
El servicio une el puerto de Montevideo con Centenario, ubicado en el departamento de Durazno, y se extiende por 265 kilómetros, para lo cual fueron instalados 343 kilómetros de nuevas vías, ya que existen varios tramos con más de un trazado para posibilitar el cruce de los trenes.
El proyecto comenzó en 2019 con la limpieza de vías y retiro de rieles. Al año siguiente comenzaron los movimientos de suelos y en 2021 se inició el montaje de la vía hasta el 2023m año este último en el que se desarrollaron las pruebas dinámicas y de señalización en los distintos tramos.
En esta obra trabajaron más de 3.500 personas de forma directa. Se instalaron más de 37.500 toneladas de rieles y 567.000 durmientes de hormigón, se construyeron más de 128 puentes ferroviarios y 6 trincheras, entre ellas, 2 ferroviarias, para que el tren realice un recorrido subterráneo de casi 4 kilómetros.
También se movieron alrededor de 12.500.000 metros cúbicos de tierra y se utilizó 1.000.000 de toneladas de balasto.
El tren puede alcanzar una velocidad máxima de 80 kilómetros por hora, mientras que en zonas urbanas o de alta densidad de pasos a nivel es de 25 a 40 kilómetros por hora.
