El nuevo modelo de atención que impulsa el MIDES “es una estafa”, dijo Juan Pablo Labat

Juan Pablo Labat

El Ministerio de Desarrollo Social (MIDES) informó el cambio de modelo de atención, que sustituye a las organizaciones no sociales por técnicos contratados que el sociólogo Juan Pablo Labat calificó como “una estafa”.

El modelo de cambio es, para Labat, otro anuncio que “se supone comporta una buena noticia que, en realidad, no la comporta”. Lo definió como la consolidación de un modelo que abandona la atención y que genera miseria. “Cuando el Estado empieza a retirarse del trabajo en determinados formatos, de ayuda, apoyo, asistencia, acompañamiento, las consecuencias son dramáticas”, relató el columnista de M24.

El cambio, según el Gobierno, responde a “una forma de maximizar la atención ciudadana” al retirar el modelo de los Servicio de Orientación, Consulta y Articulación Territorial (SOCAT) del MIDES, a otro que “solo atiende a la gente”. Pero Labat lo definió como “una estafa”, porque “se está bajando en un tercio la cantidad de horas-territorio a partir de este nuevo modelo de contratación directa, precaria, de muy corto plazo y de alto control político”.

Justamente, este último punto fue definido por Labat como una pieza fundamental del modelo. Recordó que esta administración “repartió 140 cargos políticos entre todas las oficinas del ministerio a lo largo del país”. Los SOCAT, dijo, contaban con autonomía y orientación técnica, sustituidos por una persona bajo jerarquía de un mando directo del director político.

Indicó que el llamado a técnicos tiene irregularidades como en Salto, con ediles de los partidos tradicionales contratados como técnicos del MIDES y dejando a profesionales sin acceder a un lugar. “Que en Salto gane un edil a un llamado a técnicos, es escandaloso”, aseveró.

“En los lugares donde el MIDES ha recortado son dos espacios sustantivos: Trabajo por Uruguay, que ahora se transformó en Accesos, y los SOCAT que se transforman en estas nuevas contrataciones. Cientos de técnicos organizados a través de la sociedad civil pasan a cumplir muchas menos horas por técnico y dependientes directamente del control político. Acá no hay una reducción de la tercerización: hoy se intermedia el reparto de alimentos con una organización amiga, que es Uruguay Adelante”, dijo.

Sobre esta intermediación, recordó que Uruguay Adelante no tiene antecedentes y que reparte los alimentos a ollas populares, cuando el MIDES cuenta con el Instituto Nacional de Alimentación (INDA), un organismo público que el año pasado ejecutó la mitad de su presupuesto. “Es vergonzante”, definió.

Por otra parte, el modelo de atención de calle es el mismo que en anteriores gobiernos, intermediado por la sociedad civil. Pero se recortó aquí, con formatos de trabajo que calificó como “clientelares”. “Se prescinde de la sociedad civil porque no se quieren ojos que estén mirando”, concluyó.

 

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