Ancap se está desfinanciando desde 2020 por los aumentos impositivos del gobierno, que ahora decide no subir precios de combustibles para evitar un empuje inflacionario, y si quisiera realmente disminuir los costos del ente, podría abatir el incremento de casi 12% del Imesi que aplicó el año pasado, explicó el presidente de la Federación Ancap (Fancap), Gerardo Rodríguez.
Recordó en INFO24 que “el tema de los precios de los combustibles viene con un problema estructural desde el año pasado, y es lo que nos dice el gobierno: Ancap comenzó 2020 con 193 millones en caja, terminó con la mitad de ese dinero y hace poco tiempo el presidente del directorio nos terminó admitiendo que, de seguir por ese camino, en poco tiempo podría llegar a la situación de no tener dinero para un embarque de petróleo”.
El dirigente recordó también que “cuando asume este gobierno se da una devaluación (…) que fue alentada por importantes actores del gobierno (…) afirmaban que el dólar tenía que estar bastante más alto (…) por lo tanto esa devaluación fue bastante mayor que en Argentina y Brasil (…) 2 o 3 veces mayor (…) eso generó en los primeros días de marzo que Ancap tuviera pérdidas financieras en el orden de 55 millones de dólares”, indicó.
“Al mes siguiente, en plena pandemia y cuando estaban bajando las ventas de los combustibles, el gobierno decide aumentar el Imesi en 11,75%, sin modificación de tarifas”, por lo que Ancap, “que recibía por litro de nafta súper 22,89 pesos, pasa a recibir 19,20 pesos. Hubo un aumento de los impuestos pero al no transferirse eso a tarifas, tuvo que absorberlo Ancap y eso generó un deterioro muy importante en las cuentas” del ente, al punto de que “en el primer mes y medio, Ancap cuanto más vendía, más perdía. Eso hace que Ancap pierda en el ejercicio 2020, 38 millones de dólares”.
“De todas formas, esas pérdidas fueron contenidas o minimizadas porque hubo ganancias operativas del orden de 34 millones de dólares, y también las empresas vinculadas ganaron 35 millones de dólares”. Entonces “el resultado económico a fin de 2020 dio que Ancap perdiera 12 millones, pero que arrastrara toda una situación que era insostenible este año”.
De hecho, entre fines de 2020 y comienzos de 2021, “cuando se manejó el último ajuste, Ancap solicitaba un ajuste del entorno de 12%, y solo se ajustó 6%. Era obvio que, de seguir los precios del crudo en el entorno de los 60, 65 dólares, iba a llegar este momento, de necesitar un ajuste”. Pero en este punto, señaló Rodríguez, “ellos tienen una posibilidad de no ajustar tarifas: en un momento en que la sociedad uruguaya está pasando por la crisis económica y social, está bien que no ajusten las tarifas porque tiene efectos inflacionarios que repercuten e impactan sobre todos los precios”.
Para “contemplar esta situación que tiene Ancap -propuso- un camino podría ser volver al valor del Imesi que tenía antes de abril de 2020 (…) medida que le hizo perder a Ancap 38 millones”. “El gobierno”, tal como “otros países en un momento de crisis”, podría preferir: “´achiquemos el impuesto a los valores del 1° de enero de 2020 y no trasladamos a precio las medidas que tenemos que tomar para que Ancap no se desfinancie´”.
Razonó que “cuando ingresa esta nueva gestión y hace el ajuste del Imesi, no se prioriza los intereses del ente, mantener su salud económica, lo que se privilegió fue un afán recaudador aumentando impuestos. Indudablemente eso iba a tener consecuencias y ahora las estamos viviendo” con un déficit.
Además, el dirigente rememoró que “cuando el presidente asumía la promesa de bajar los combustibles, el crudo no estaba más caro de lo que está ahora. En 2019 el promedio del Brent, la referencia para Ancap, estuvo a 65 dólares, y hoy está a 63,80, así que está al mismo precio. Es más, en abril de 2019 estaba a 71 dólares el barril. Lo que aumentó no fue el petróleo en comparación con el momento en que él hacía las promesas, lo que aumentó fue el dólar y aumentó por la decisión que tomó su gobierno”.
Y la evolución de las variables externas que el país no controla en materia monetaria y energética, está creando una paradoja en el ámbito doméstico. “Este PPI que ellos crearon, lo crearon justamente para cumplir con esa promesa de bajar los combustibles, y hoy es como que el invento mató al inventor porque ese PPI les está diciendo que tienen que aumentar”, anotó.
Después, el presidente de Fancap analizó el significado político de los argumentos del Poder Ejecutivo referidos a supuestas pérdidas económicas y financieras de la producción de portland de Ancap y los planes para esta.
“El año pasado perdió 2,5 millones de dólares más o menos. ¿Saben cuánto bajaría la nafta si se eliminara el portland?”, interrogó al aire en forma retórica y explicó al respecto que “si echáramos a todos” los trabajadores de esa unidad productiva y fuera liquidada, el litro de nafta “bajaría 0,03 pesos: en lugar de 58,34 pesos costaría 58,04. ¿Eso puede tener un impacto en la salud económica del ente y en el precio de los combustibles?”. Luego siguió: “Esto que manejan sobre las pérdidas del portland es porque tratan de justificar el cierre de la planta” que lo produce en Paysandú “o el cierre de la planta de Alur” en Montevideo. Obedece a que “tienen una mirada mercado-céntrica de la actividad, totalmente mercantilizadora del servicio y utilizan variables y criterios economicistas que les permitan justificar las acciones de cierre, achique y recorte que quieren llevar adelante”, apuntó.
Para Rodríguez resulta evidente que desde el gobierno se apuesta por “ir construyendo un sentido común” conforme al cual “el imaginario colectivo vaya internalizando y admitiendo y aceptando que se tiene que dar un paso” hacia el desmantelamiento, paso al que “somos contrarios”, subrayó. Por ejemplo, “Uruguay tiene una riqueza natural en la caliza, estimada en 10.000 millones de dólares. Lo que necesita como todo emprendimiento productivo, es que se hagan las inversiones y adecuación tecnológica para industrializar esa riqueza a costos competitivos”, en lugar de desmantelar.
“Decimos que en este momento de fuerte freno a la economía, que se ha estancado y cuando todos los países del mundo están haciendo inversiones públicas (…) para la generación de trabajo, para salir del estancamiento y dinamizar el mercado interno, justamente sería el momento de invertir en el horno 3 de Paysandú”. Ésta “tendría que ser una decisión que abarque a todo el país” y por ejemplo, destacó que tan solo “en Paysandú ayudaría a generar 1.000 puestos de trabajo directos e indirectos. Eso tiene un retorno porque aumenta el consumo interno, genera herramientas para salir de este estancamiento económico y deja a Ancap posicionado de cara al futuro”.
Entonces, “indudablemente acá hay decisiones del gobierno”, porque “no se dice que las pérdidas se vienen reduciendo y no es por la gracia de Dios sino porque se toman medidas y dentro de la gestión hay algunos mandos medios (…) que están dejando el cuero en la estaca para poder salvar esta industria” pública nacional. Precisó que el rojo en la contabilidad del portland osciló en “15, 20 millones de dólares” durante varios años, “el año pasado perdió 2” millones pero no se informa. “Hay una construcción de subjetividad (…) poner en el imaginario colectivo que esto hay que cerrarlo porque si no, lo vamos a seguir pagando todos los uruguayos y uruguayas”.