El asunto lo había conversado con el Ministerio de Economía y Finanzas y la Oficina de Planeamiento y Presupuesto (OPP). El titular de OSE, hasta el 2022, no descartaba mantener el proyecto, incluso estando presente el de Neptuno.
En 2016 el portal de Presidencia publicaba que, con la firma del contrato para los estudios de anteproyecto y confección de pliegos, OSE iniciaba el proceso de construcción de una represa sobre el arroyo Casupá, en Florida.
El objetivo era crear una fuente para el abastecimiento de agua potable destinada a Montevideo y el área metropolitana, y las obras, en aquel entonces, se calculaba que implicarían una inversión de 100 millones de dólares.
Para la elaboración de los estudios, el anteproyecto y los pliegos se contrató al Consorcio Typsa Engecorps y la cooperación técnica fue un aporte de la Unión Europea y la Cooperación Andina de Fomento, por 1.400.000 de euros, lo cual permitiría licitar la represa.
El nuevo embalse en el arroyo Casupá, afluente del arroyo Santa Lucía Grande, estaba pensado para que sirviera como reservorio del sistema de potabilización de agua, cuando el único es el embalse de Paso Severino, en Florida, sobre el brazo del arroyo Santa Lucía Chico.
Tres años después, en 2019, el portal oficial publicaba que el presidente Tabaré Vázquez presentó un documento con el estado de situación de la cuenca del río Santa Lucía, un plan para la instalación de una represa en el arroyo Casupá, una planta de tratamiento de lodo y un proyecto de ley que permite su financiamiento por Rentas Generales.
Dicho documento referido a la cuenca del río Santa Lucía contaba con tres capítulos: la situación al 2015, las medidas que se tomaron durante su gobierno y la situación del Santa Lucía.
También contenía dos propuestas a presentar al presidente electo Luis Lacalle Pou: una sobre el tratamiento de los lodos residuales para mejorar la calidad del agua y otra sobre la construcción de una nueva represa en el arroyo Casupá.
Construir esa represa permitiría disponer de una reserva para atender los requerimientos de agua potable del 60 % de quienes residen en Montevideo, Canelones y el área metropolitana, mientras que la planta de tratamientos finalizaría con el problema de los lodos que surgen por la potabilización del agua. El costo de ambas iniciativas estaba estimado en 150 millones de dólares.
Al otro año, en julio de 2020, en diálogo con La Mañana, el presidente de OSE, Raúl Montero, expresaba que "parte de las inversiones previstas por el organismo apuntan a aumentar la capacidad de reserva en esa misma cuenca (Santa Lucía) pero, además, a asegurarle un caudal mínimo, que elimine los efectos de que se formen remansos o se detenga el agua cuando hay déficit hídrico".
Consultado respecto a si la de Casupá apuntaba a eso, Montero respondió: "Exacto, apunta a tener más agua reservada, a poder tener un caudal ecológico permanente del Río Santa Lucía".
"Si uno hiciera el balance general de la cuenca, no es deficitaria para darle agua a Montevideo. Lo que no tenemos es capacidad de reserva, o sea, cuando llueve nos sobra agua y se nos va para el Río de la Plata y no la podemos atajar. Después tenemos un período de sequía y ahí es cuando no nos alcanza, a eso apunta lo de Casupá", explicaba, en concordancia con el planteo de la gestión anterior.
En cuanto a si se pudo avanzar en el proyecto, el jerarca recordaba que "Casupá es una idea de los años 70, complementaria de Paso Severino".
"En los últimos cinco años se adelantó el proyecto ejecutivo y ahora estamos trabajando en la financiación. Seguramente este año se concreten las expropiaciones", aseguraba.
Y concluía: "Hemos elevado información relativa a este plan a OPP, a los efectos de coordinar con ellos y con el Poder Ejecutivo la financiación, pero tenemos informalmente la confirmación y la coincidencia en que vamos a encontrar las vías para financiarlo sin que afecte demasiado lo que tenemos previsto invertir por año. La obra sale alrededor de 80 millones de dólares, por lo cual, para seguir cumpliendo con las obligaciones del organismo, debemos lograr que su financiación sea con cupo financiero por fuera del plan de inversión promedio pronosticado para los próximos años. Hemos avanzado en eso y tenemos que concretarlo".
Pese a estar de acuerdo con este proyecto, Montero optó por respaldar el proyecto Neptuno, una instalación de una planta de potabilización y bombeo de agua potable, con un reservorio de agua dulce, entre el balneario de Arazatí y el de Boca del Cufré, al margen del Río de la Plata, con un costo de más de 200 millones de dólares en la construcción de la planta.
En 2022, Montero fue consultado en el programa Desayunos Informales el motivo por el cual se dejaba de lado el Casupá. Dijo que tenía “simpatía” con el proyecto y no quería caer en la discusión de uno u otro.
Explicó que Casupá resolvía solo la cantidad de agua. “Estábamos enfocando mal el tema (…) Casupá solo me da agua, pero tengo la misma cantidad de producción y no me resuelve que pueda tener más agua en Montevideo. Nunca hemos descartado Casupá”, detalló.