Este viernes en Nada Que Perder de M24 fue entrevistado el politólogo Daniel Chasquetti tras los sucesos de las declaraciones ante Fiscalía por el caso Marset de la exvicecanciller Carolina Ache que, hasta el momento, terminaron con la renuncia del exministro de Relaciones Exteriores, Francisco Bustillo.
Al respecto, el profesional dijo que el día miércoles, luego de que la exjerarca declarara ante el fiscal Alejandro Machado, donde entre otras cosas mostró un audio con Bustillo en el que este le hablaba acerca de perder el celular que contenía mensajes con el dos de Interior, Guillermo Maciel, sobre el caso del narco Sebastián Marset, "el sistema quedó petrificado", excepto el Frente Amplio (FA) que funcionó al reunir a su dirección y adoptó una decisión que "marcó la cancha".
"Esta idea de darle la chance al presidente de explicar y no ir por un camino más rápido, por ejemplo intentar el juicio político, me parece que marchó la cancha y generó esta idea del compas de espera. Si lees la declaración de Ciudadanos están en la misma línea", indicó.
También señaló que "tal vez el más agresivo ha sido Manini que apuntó directo contra el presidente y que habló de responsabilidades, ni siquiera le da las chances de explicar".
Chasquetti sostuvo que el mandatario no ha vuelto al país aún porque tenía una agenda en Estados Unidos, donde tenía previsto reunirse con el mandatario de aquel país, a la vez que con ello "gana tiempo".
"Esta crisis no es solo de llamadas telefónicas, sino que hay que pensar en una estrategia. Me parece que la estrategia consiste en deshacerse de los acusados, menos de Heber; hay cierta reticencia en sacrificar a Heber y eso puede ser un problema", comentó.
"Lafluf y Maciel, de acuerdo a lo que he hablado con alguna gente vinculada al gobierno, su suerte está echada, pero el tema es Heber", agregó.
Consultado respecto al impacto político en el gobierno, el politólogo opinó que actualmente se atraviesa una "crisis institucional y política". "Algunos creen que no se puede hablar de crisis de la institucionalidad si no está en riesgo la democracia, pero para mi ese no es el punto. El punto es que el sistema entra en crisis cuando un sistema de reglas relevantes para el funcionamiento del gobierno comienzan a ser violentadas.", explicó.
En este sentido, remarcó que ciertos actores de gobierno fueron al Parlamento y le mintieron e intentaron crear un fraude procesal contra las reglas y procedimientos internos de la Cancillería.
"Es una situación crítica en términos de violación de reglas y es política porque el gobierno queda bastante herido. El principal atributo de esta crisis es que está implicado el presidente. Ese es el punto. En las anteriores, con Astesiano, el presidente siempre encontró la forma de blindarse, de tomar distancia, también en el caso de Penadés, de Salto Grande, como que siempre encontraba una forma, incluso cuando hubo acusaciones contra sus ministros como en el caso de Germán Cardoso en el Ministerio de Turismo", detalló
Y acotó: "él siempre tomaba distancia y lograba convencer a la opinión pública que él no estaba vinculado, pero en este caso la evidencia que presentó Carolina Ache en Fiscalía es muy clara; Laflu convocando a una reunión en su nombre, los diálogos de Lafluf con Ache siempre hay llamadas en el medio con Lacalle Pou; está la versión de que en esa reunión en el piso 11, el 25 de noviembre de 2022, Lacalle Pou estaba, otros dicen que pasó y se fue, lo que está claro es que esto es crítico porque llega al vértice del sistema político".
También consideró que fue "fuerte" leer al senador del Partido Nacional (PN), Jorge Gandini, que en Twitter pidió perdón a sus militantes y votantes, en el marco de una campaña electoral que se inicia de cara a las internas y nacionales del próximo año.
Por otro lado, el analista afirmó que en caso de que se vaya a realizar un juicio político al presidente, debería ser tratado primero en Diputados donde se lo acusaría y luego pasaría al Senado, cámara que funcionaría como un tribunal y tiene que fallar. “En ambas instancias para bajar a una presidente se precisa dos tercios”, puntualizó.
“Esa carta la tiene el FA y la puede jugar en cualquier momento, pero vuelvo a repetir que la responsabilidad exige que se juegue cuando ya no hay otra opción y en segundo lugar que se tenga pruebas suficientes para hacerlo sino podría ser un error político”, aseguró.