El problema de la condición de pobreza tiene que ver con la calidad del empleo, señaló exjerarca

Fotoilustración para trabajo infantil. Foto: Javier Calvelo/ adhocFOTOS

El exdirector de Evaluación y Monitoreo del Mides Juan Labat prosiguió analizando en INFO 24 las determinantes de la pobreza en el país y señaló que “las transferencias monetarias que llegan a los hogares no son suficientes, o no compiten con lo que puede proveer un mercado de trabajo dinámico que genere buenos empleos”.

Labat explicó que en nuestras sociedades de clases “no solo la pobreza se reproduce intergeneracionalmente sino que lo que se reproduce es la condición social: también la no pobreza se reproduce intergeneracionalmente, y en especial se reproduce la riqueza”.

Por lo tanto, “los que tienen mayor condición de posibilidad de reproducirse son los dos extremos: es muy fácil que los hijos de los pobres y los extremadamente pobres sean extremadamente pobres, y prácticamente imposible que los hijos de los ricos dejen de serlo”.

Advirtió que “eso es una condición que tienen nuestras sociedades de apariencia democrática amplia pero en realidad bastante restringida desde el punto de vista de los derechos y de los accesos”.

Apuntó que “esta reproducción de la condición social, la transmisión de la condición social de padres a hijos -que se ve un poco menos en las clases medias, que tienen un poco más de movilidad- es algo muy difícil de medir, es como una especie de ‘conjetura científica’ porque para corroborarlo se precisarían bases de datos de decenas de años que mostraran la trayectoria vital de las personas”, y no hay tal.

En esa dirección recordó que “un niño es pobre cuando vive en un hogar pobre, y cuando vive en un hogar pobre todos los integrantes del hogar son pobres, (…) la pobreza del niño es la de sus padres”.

“Cuando lo miramos por ingresos -aunque eso correlaciona bastante con las otras formas de medición- el hogar es pobre porque hay insuficiencia de ingresos, o sea que los ingresos que llegan al hogar son pocos y ahí empieza uno de los primeros mitos sociales a abordar en forma bilateral, que es por qué los ingresos son bajos”.

Sobre ese punto, el sociólogo refirió a “una investigación de un economista joven que muestra que en realidad la población que es pobre y está al margen del mercado de trabajo -o sea, que no trabaja ni busca trabajo- es ínfima; es un hecho que hemos constatado quienes venimos en esto desde hace muchísimos años”, remarcó.

Recalcó el concepto de que “los pobres no son pobres porque no trabajan sino porque trabajan en trabajos que pagan poco; además, el 70% o el 80% de los ingresos de esos hogares proviene también del mercado de trabajo y no de transferencias del Estado, y eso es un asunto importante a la hora de definir políticas públicas”, indicó.

De ahí que “cuando se quiere hacer políticas públicas que alivien la condición de pobreza, se tiene que entender que las transferencias monetarias que llegan a los hogares por los distintos medios no son suficientes, o no compiten con lo que puede proveer un mercado de trabajo dinámico que genere buenos empleos; entonces el problema de la condición de pobreza tiene que ver con la calidad del empleo”.

Compartir

Facebook
Twitter
Email
WhatsApp