En su espacio de reflexiones en M24 el expresidente José Mujica homenajeó a su compañero y colega fallecido este domingo 6, el ex intendente de Montevideo y expresidente de la República, Tabaré Vázquez.
Mujica abrió su sentida columna de este lunes 7 explicando su voluntad de detenerse “no tanto en las grandes cosas que se ha difundido enormemente en estas horas” sobre Vázquez y sí más en la intención de compartir con la audiencia de esta emisora “algunas anécdotas vividas con él” y que hacen al “porqué del encanto de la personalidad del compañero Tabaré Vázquez”.
Por ejemplo, “Tabaré no era solo un médico brillante” sino además “era un excelente cocinero, le gustaban enormemente las campereadas y la pesca, cuando podía contar con uno o dos días” para disfrutarlas. Y de hecho, para el hincha y expresidente de su querido club Progreso, “la pesca y la caza eran un pretexto para cocinar”. “En el fogón hacía maravillas culinarias”.
En una oportunidad “tuvimos un encuentro acá cerca, en mi barrio, en el Quincho”, donde “nos juntamos con varios compañeros. Él era candidato a presidente, estaba Mariano Arana, que era el intendente (...) y Tabaré nos dio una clase práctica de cómo se hace un buen pirón”. Y el pirón que allí cocinó el entonces candidato de la izquierda contenía “unos chorizos y unas morcillas majestuosas, no de esas cosas de fábrica, de marca” sino “factura casera que había hecho, con mucho oficio, un vecino” a quien “Tabaré quiso conocerlo” tras quedar “tan encantado” con el sabor de aquello.
En otra oportunidad, en el área de la estancia presidencial de Anchorena, estando juntos “en las costas del río San Juan, Tabaré nos dio una clase de cómo se hace un buen gazpacho, al punto que mi compañera, Lucía, le pidió la receta, y después se tomó el trabajo de escribirla y mandársela. Pequeñas cosas que no cambian el mundo, pero pintan un modo de ser”.
En otro aspecto de los atributos y virtudes de Vázquez, Mujica rememoró en qué medida, “en sus años de gobierno me impresionaba la velocidad” de Vázquez “para entender problemas complicados que no eran precisamente su especialidad técnica. Era brillante porque recogió de la Medicina la aplicación constante del método científico, y eso le abría las entendederas rápidamente de las diversas cosas que se presentan en la tarea de gobernar”.
En ese sentido, el exmandatario evocó la capacidad de su ahora difunto compañero para comprender la relevancia de la trazabilidad del ganado. “Rápidamente lo entendió, lo impulsó, lo acompañó, lo respaldó”, destacó.
Es así que “sentimos que se nos fue un compañero insustituible, que nos ha dejado un compromiso tremendo, a las nuevas generaciones; y que era un enamorado de la Biología, al punto de que cuando hablaba de temas biológicos le cambiaban las facciones de la cara”, algo que “impresionaba”.
“Se nos ha ido el compañero con estas preocupaciones. Quede su siembra, quede su aliento, quede el ejemplo de su compromiso, y quede, sobre todo, la convicción de que la voluntad humana organizada colectivamente puede lograr aventuras de cambio y de mejora constante en el existir de una sociedad. El recuerdo a Tabaré es un recuerdo activo, de seguir luchando, pensando y comprometiéndose por un país mejor, una sociedad mejor, un mundo mejor, y por qué no, una lucha en nosotros mismos por ser un poco mejor cada uno de nosotros. Es el mejor homenaje que le podemos hacer al compañero que se fue. Gracias, y hasta siempre, como siempre, Tabaré”.