Empresario que cedió avión a Lacalle figura en los Bahamas Leaks

Luis Lacalle Pou y Alexandre Grendene

El presidente Luis Lacalle Pou viajó a Brasil en una aeronave propiedad del magnate Alexandre Grendene, accionista del Enjoy Conrad, que figura en los Bahamas Leaks como director de una offshore y que ha sido investigado por evasión fiscal durante 3 décadas.

Este miércoles Lacalle partió junto al canciller Francisco Bustillo en la aeronave Dassault Falcon 7X, ofrecida por el billonario brasileño Alexandre Grendene, uno de los accionistas de Enjoy y dueño de varias propiedades en nuestro país.

El magnate fundó con su hermano mellizo Pedro, la compañía que lleva su apellido (Grendene), que se dedica desde hace más de 4 décadas a la venta y fabricación de calzado.

Figura en el puesto 1063 entre los billonarios entre la revista Forbes, que le estima un patrimonio neto de 2 millones de dólares.

En nuestro país, además de acciones en el Hotel Enjoy (Conrad) posee propiedades en el barrio Beverly Heals de Punta del Este, ciudad de la que recibió sus llaves en 2007 por parte de la Liga de Fomento Turístico local. También posee un campo lindero al arroyo El Potrero.

Su apellido recorrió varios portales del mundo, cuando en el verano de 2017 uno de sus sobrinos ganó una fortuna en el casino del Hotel Conrad en la ruleta.

Según publicó Folha de Sao Paulo, en el año 2000 los hermanos Alexandre y Pedro Grendene fueron «condenados» a 3 años y 6 meses de prisión por el delito de evasión fiscal por la Justicia Federal, aunque se dispuso el cumplimiento mediante tareas comunitarias. También fueron condenados a perder bienes por el valor de 7,7 millones de reales (de aquel momento) por el perjuicio al erario público.

Se les acusaba de haber generado en 1991 un pasivo ficticio para reducir el valor de la empresa. Sin embargo, luego de un fallo dividido, en una última instancia la Corte Superior brasileña determinó el archivo de la causa a fines de 2003.

En 2016, luego del escandalo generado por los Panama Papers, salieron a la luz los Bahamas Leaks, una filtración de 1,3 millones de documentos con sociedades inscritas en Bahamas, publicadas por el medio alemán ‘Süddeutsche Zeitung’.

Allí se conoció que los hermanos Alexandre y Pedro eran directores desde el 11 de enero de 2004 de la offshore Emerald Ridge Investments Limited, con la intermediación del estudio Mossack Fonseca, que en 2018 cerró por el escándalo internacional de evasión fiscal y anunció la disolución de la compañía de los hermanos Grendene.

Un caso de estudio en el Derecho Tributario.

En 1981 el grupo Grendene creó ocho empresas el mismo día con los mismos dueños y con el pretexto de revender los productos. La casa madre vendía los bienes al precio de coste y las ocho empresas los revendían a precio de mercado. El Consejo de Contribuyentes concluyó que había una simulación para evadir impuestos, ya que las 8 empresas no tenían estructura ni empleados como para operar, decisión que fue ratificada por el Tribunal Federal de Recursos. El caso es considerado «único» en el Derecho Tributario y aún 40 años después es objeto de estudio.

Encuentro público y fotografía presidencial

Según consignó el diario El País, Grendene tuvo un encuentro público con Lacalle en diciembre de 2019. El mandatario electo fue recibido junto a su esposa Lorena Ponce de León por el magnate y su esposa Nora Texeira, en la fiesta «Vips y Chics» de Punta del Este. (Ver foto del artículo)

La mansión que adjudicaban a Lula

En 2016 la revista Istoé, informó que la Justicia brasileña investigaba si el expresidente Luis Inácio Lula Da Silva era el dueño de una mansión en Punta del Este, que estaba a nombre de una offshore relacionada con Grendene. Tanto el entorno del expresidente como el del magnate, negaron el hecho y lo calificaron de «absurdo».

Su cuñada y un «caso puntual» de evasión

Tania Bulhões, esposa de Pedro y cuñada de Alexandre Gredene, fue condenada en 2010 por los delitos de falsedad ideológica, malversación, conspiración y delitos contra el sistema financiero brasileño. En ese entonces, su grupo Tania Bulhões Home afirmó que se trató de un «caso extremadamente puntual», según consigno Globo en aquel entonces.

Bulhões confesó la creación de un esquema para evadir los controles en la importación de bienes, y revirtió la pena de cuatro años de prisión a cambio de asistir a personas con discapacidad visual durante el mismo tiempo.

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