Hoy participó por primera vez del segmento Mejor mirar la economista, investigadora y docente, Alma Espino, para mirar, valga la redundancia, “la pandemia con lentes de género”
“Me propongo mirar la pandemia con lentes de género. ¿Qué significa esto? En este caso se trata de mirar la realidad focalizando en la existencia de las diferencias en la situación de los individuos, principalmente hombres y mujeres, pero también pensando en las diferentes mujeres a lo largo de la distribución del ingreso o distintas formas culturales. La mirada con estos lentes permite ver cómo los fenómenos económicos y sociales tienen distintos impactos sobre los diferentes colectivos. Hay impactos que han de ser diferentes para varones y mujeres y esto no es obvio para quienes hacen política, para quienes han trabajado en la ley de teletrabajo en Uruguay. No es obvio en muchos ámbitos”
“Con la pérdida de empleo que ha ocurrido a lo largo de estos meses debido a la pandemia y a las políticas elaboradas para mitigar sus consecuencias, hay personas, en particular las mujeres, que se han quedado sin ingresos propios. Y eso limita la independencia de las mujeres más de lo que en general la tenemos limitada debido a estas relaciones entre hombres y mujeres que nos dejan en un lugar subordinado”
“La única economía que nunca paró su actividad ni aquí ni en el mundo durante la pandemia, ha sido la economía del cuidado. Es decir, el conjunto de actividades con base en trabajo remunerado – las enfermeras, por ejemplo- y no remunerado -en el hogar-. Y esta actividad tiene una sobrerrepresentación femenina”
“Hay una contradicción que nunca como en esta pandemia se verbalizó y se hizo tan evidente, esta falsa contradicción salud/ economía, que las feministas hemos traido al debate de muchas formas. Lo que decimos es que los cuidados son la base sobre la cual puede desarrollarse la economía”
“El tema del teletrabajo no fue un tema sólo de Uruguay. Hay proyectos que se han discutido en varios países, particularmente me parecen interesantes los que se aprobaron en Costa Rica y Argentina porque, a diferencia de muchas cosas que hemos visto y del proyecto de ley que se aprobara estos días en Uruguay, contemplan las desigualdades de género y la necesidad de los cuidados. En el proyecto de teletrabajo aprobado en Uruguay hay varias carencias. Es notorio que allí no está la voz de las feministas, la voz de las mujeres que militan en organizaciones sociales. No están de ninguna manera representados los cuidados”
*Alma Espino es, desde 1997, la coordinadora del Área de Desarrollo y Género en el Centro Interdisciplinario de Estudios sobre el Desarrollo, Uruguay (CIEDUR). Es miembro del Sistema Nacional de Investigadores-Uruguay e integra la Directiva de la
Asociación Internacional para Economía Feminista (IAFFE). Además, ha trabajado como consultora de organismos gubernamentales y ministerios en el país
y la región así como en organizaciones internacionales (Banco Mundial, UNRISD, ONU Mujeres, BID, CEPAL, PNUD, UNCTAD, OIT y otros).
