Del cuco de la década de los 80 a la realidad de hoy: cómo es la vida de las personas VIH positivas
En 2020 Uruguay registró la cifra más baja de fallecimientos por Sida en los últimos cinco años: según datos oficiales, se registraron 152 fallecimientos y se detectaron 876 casos nuevos de personas VIH positivas, lo que representa un leve descenso en los contagios comparado con años anteriores. Actualmente Montevideo y Maldonado siguen siendo los departamentos donde se registran las tasas más altas de casos.
De los 876 nuevos pacientes, 46,7% tienen entre 25 y 44 años, el 30,9% entre 45 y 64, el 23,3% entre 15 y 24, y el 7% más de 65. El 70% de las nuevas infecciones se detectaron en hombres. Esto supone que se mantiene estable la cifra de 2,3 hombres por cada mujer con VIH en Uruguay. La vía sexual continúa siendo el principal medio de transmisión de VIH en Uruguay; de los casos nuevos del 2020, el 99 % adquirieron el VIH de esta manera.
Del total de fallecidos, 25 se diagnosticaron en el mismo año, pero ya estaban cursando la etapa de sida, es decir, ya habían pasado las etapas de infección aguda e infección crónica y tenían el síndrome de inmunodeficiencia adquirida. De ellos, siete sufrían una tuberculosis pulmonar, tres cursaban una neumonía y el resto atravesaba otras enfermedades. El promedio de edad de los 152 fallecidos fue de 48 años, 106 eran hombres y 46 mujeres.
"El VIH es un virus que una vez que ingresa al organismo puede infectar una cantidad de células, pero sobre todo células de las defensas, linfocitos CD4 que son parte de la respuesta inmune hacia las infecciones. Esas células con el ingreso del virus se van rompiendo y a lo largo del tiempo, en un promedio de unos diez años, disminuyen a un nivel muy bajo que determina que la persona tenga las defensas muy bajas. Eso hace que se puedan tener infecciones o tumores que llamamos enfermedades oportunistas y eso es el SIDA. O sea, es una inmunodeficiencia adquirida luego de muchos años de infección por el virus del VIH", infectóloga Zaida Arteta.
"En ASSE se accede a prácticamente todos los medicamentos. ASSE los compra por licitación anual y las mutualistas por separado por compra directa, entonces les sale más caro (...) Hay más acceso a la medicación en la órbita de ASSE que en la órbita privada. En los comienzos había que tomar mucha cantidad de pastillas, a veces 25 por día. Con el tiempo se han creado nuevos medicamentos con menos toxicidad y coformulados", Laura Pérez, responsable de la Red Uruguaya de Personas que viven con VIH/Sida e integrante de la Comisión Nacional del SIDA.
"En Uruguay se sigue estigmatizando por orientaciones sexuales y por identidades de género. En cuanto a las identidades de género, muchas veces se hace la referencia a psiquiatra y se solicita paraclínica para indagar enfermedades de transmisión sexual. Se trabaja solamente con ese abordaje que es muy limitado y erróneo. Y en las orientaciones sexuales ya no ocurre como años atrás que se vinculaba a enfermedad mental y se hacía la referencia a psiquiatra pero sí se limita a pedir paraclínica de enfermedades de transmisión sexual sin profundizar en las prácticas sexuales y en la cotidianidad de las personas que es la forma de recabar datos certeros para sacar conclusiones. Aún a los médicos y a las médicas nos falta mucha formación para hacer abordajes certeros, pero esto viene cambiando, entiendo, positivamente", Daniel Márquez, médico formado en Gestión de Servicios de Salud y en Medicina Familiar y comunitaria.