A pesar del impulso en la última parte del 2021 el Instituto Cuesta Duarte (ICUDU) comprobó un actual “empeoramiento en los principales indicadores laborales”, ya que inciden factores de empleo transitorio como el programa de “oportunidades laborales” que gestionan las intendencias junto a Presidencia de la República e inversiones en construcción que están por concluir.
A finales de 2020 se perdieron aproximadamente 60.000 puestos de trabajo, que en 2021 se recuperaron casi en su totalidad, aunque “algunos de los factores detrás de la creación de empleo eran transitorios y por lo tanto, veníamos advirtiendo que la sostenibilidad de las mejoras alcanzadas en términos cuantitativos era uno de los desafíos a abordar en el corto plazo”.
Este año, sostuvo el estudio del Cuesta Duarte, hubo un estancamiento en las mejoras alcanzadas en 2021, mientras que a partir de marzo se registró un deterioro en los datos de empleo y los de desempleo.
El ICUDU sostuvo que actualmente una parte del empleo se sostiene en factores transitorios como el programa “oportunidades laborales” e inversiones próximas a terminar su etapa de construcción, que es la que más empleo demanda, “por lo que, la necesidad de generar políticas públicas que apuntalen la generación de empleo de calidad, continúa siendo la principal alerta a atender”.
En el segundo trimestre del año en relación al trimestre anterior, la tasa de desempleo se ubicó en 8,1% (unas 145 mil personas desocupadas), lo que marca un retroceso luego de la recuperación observada en el último trimestre de 2021.
En tanto, la cantidad de ocupados se viene reduciendo desde las 1.682.000 personas que a fines de 2021 la cifra era de 1.654.000. Esto se observó en el segundo trimestre de este año, es decir una caída de 28.000 puestos de trabajo en los últimos 6 meses, aunque en niveles de empleo superiores a los 1.593.000 alcanzados en el segundo trimestre de 2021.
Por otra parte, el Cuesta Duarte apunta a la calidad del empleo que sigue siendo un desafío, ya que, si bien registró un descenso en los últimos 2 años, el no registro a la seguridad social afecta a más del 20% del total de ocupados (unas 340.000 personas), y el subempleo alcanza cerca del 9% del total de ocupados.
