Entredicho entre blancos a nivel del gobierno: la polémica por la suspensión de asignaciones familiares

Beatriz Argimón y Martín Lema, vicepresidenta y ministro. Foto: Javier Calvelo / adhocFOTOS

La vicepresidenta de la República, Beatriz Argimón, mostró preocupación por el recorte de un beneficio a 11.000 familias a manos del Ministerio de Desarrollo Social (Mides). El principal de la cartera, Martín Lema, mantiene su posición.

Este viernes la vicepresidenta pidió hablar con el presidente del Banco de Previsión Social (BPS), Alfredo Cabrera, y también con el presidente de la Administración Nacional de Educación Pública, Robert Silva, por el corte de las 11 mil asignaciones familiares que determinó el Mides.

Argimón quiere saber cómo actuarán las autoridades de estas instituciones con las familias afectadas.

La presidenta de la Asamblea General dijo a El País que la decisión “está bien” aunque su interés reside en saber “qué pasa después del corte (…) cuáles son los siguientes pasos”.

Pasadas estas instancias intentará la semana próxima reunirse con el titular del Mides.

Por su parte, Lema fue consultado al respecto. “Es una decisión tomada y no hay marcha atrás”, sostuvo en rueda de prensa en el departamento de Cerro Largo donde mantuvo un encuentro con el jefe comunal.

La suspensión de las asignaciones familiares son para aquellos padres que no están enviando a sus hijos a la escuela, liceo o UTU.

“Prefiero optar por una medida antipática, tomando acciones proactivas para que se regularice cuanto antes, que dar una señal de que da lo mismo que vayan o no a los centros educativos”, apuntó.

Lema contó que el BPS se está poniendo en contacto con estas familias para evitar que se levante la suspensión, mientras que el Mides los está notificando para que puedan regularizar su situación.

 

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