Es muy difícil negar que Trump fue derrotado electoralmente pero es más difícil decir que sus ideas fueron derrotadas políticamente

En su columna en InterCambio de M24 el sociólogo Agustín Canzani habló de la elección de Joe Biden como el próximo presidente de Estados Unidos.

Canzani describió aspectos centrales del sistema electoral estadounidense como la votación presidencial indirecta a través de colegios electorales y las particularidades estaduales que complejizan la elección de gobernantes.

Sobre “el margen” de votos que estaría otorgándole el triunfo presidencial al candidato del Partido Demócrata, evaluó que “aunque a la distancia nos parezca estrecho” al superar en solo “3 o 4 puntos” a Donald Trump, “hay que verlo también en perspectiva” y así “esa diferencia” en votos “no se da prácticamente desde la (segunda) elección de (Ronald) Reagan en 1984”.

Entre “las razones que explican la victoria de Biden”, una es que éste “recupera apoyo entre la población blanca”, más que Trump cuando éste “recupera un poquito de apoyo entre las minorías”, registro menos citado. En esta elección “Biden gana entre las personas más pobres y de rentas medias”, mientras que “claramente pierde entre quienes tienen rentas e ingresos más altos”.

Esto es “diferente a la elección anterior”, cuando Trump “había ganado con un apoyo muy importante entre las personas de ingresos bajos” y representa “un cambio que parece bastante relevante”.

Pero otra verificación “más importante aún” deviene de que “Biden gana entre los electores ́independientes ́”, quienes “no se identifican claramente como demócratas ni como republicanos”, al revés de Hillary Clinton en la elección anterior; y el Demócrata también gana ahora “entre los electores ́moderados ́”, o sea “quienes no se consideran liberales ni conservadores”.

Otro dato que resaltó el director de la Fundación Liber Seregni es “la estabilidad territorial” del electorado en cuanto a la fidelidad partidaria. De los aproximadamente “3.000 condados” en que el país está subdividido administrativamente, “no son más de un centenar” los territorios locales “en donde cambiaron los ganadores”.

Aunque hay matices locales, anotó. Y si bien “es muy difícil negar que Trump fue derrotado electoralmente, es más difícil decir que las ideas de Trump fueron derrotadas con tanta claridad políticamente”. En el futuro “puede no haber más Trump” político, pero “es más difícil” librar “un certificado de defunción al ́trumpismo ́”.

Canzani reflexionó en torno a que esa realidad social y política se dé en un país que a nivel mundial “tiene una influencia cultural muy relevante”, una expresión que encuentra “paralelismo con la ́nueva derecha ́” global. Ésta presenta y predica “rasgos de exclusión” hacia mujeres, minorías y diversos grupos e individuos, unos rasgos que son “cosas presentes en una cantidad importante de personas a nivel mundial”.

Tales tendencias “son un síntoma de algo”, como “ciertas disconformidades” que emergen en el plano global. Dejó planteada la interrogante de “qué factores están detrás” de estas tendencias y entre los posibles, mencionó “los efectos de la globalización” y sus “disparidades”. Aunque “no tenemos un diagnóstico del todo claro”.

El sociólogo anotó la posible expresión en nuestro país de “una especie de ́trumpismo ́” doméstico en gestos de “Cabildo Abierto” y luego reflexionó sobre lo estéril que resulta culpar a la gente de adherir a estas opciones.

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