La desaparición de niños en Guayaquil y el posterior hallazgo de sus cuerpos en un lugar cercano a una base militar conmocionan a Ecuador.
El problema de la seguridad pública, el narcotráfico, la violencia en las calles y el financiamiento de los partidos políticos son flagelos que mueven los cimientos de Ecuador. La respuesta del gobierno de Daniel Noboa fue el uso de los militares para la seguridad interna. Pero el problema se agravó. El punto de quiebre es la desaparición en diciembre de cuatro menores en Guayaquil, Ecuador, que ha desatado una ola de indignación nacional.
Los cuerpos fueron hallados incinerados en un área cercana a la base aérea de Taura, corresponden a Steven Medina, de 11 años, Saúl Arboleda, de 15, y los hermanos Ismael y Josué Arroyo, de 15 y 14 años, respectivamente. Estos niños desaparecieron el 8 de diciembre tras salir a jugar fútbol y nunca regresar a casa. Por este caso, hay 16 militares bajo custodia por su presunta implicación.
El estado de los cadáveres, irreconocibles a simple vista, ha complicado la identificación. Las familias enfrentan la posibilidad de esperar hasta 40 días para obtener los resultados de las pruebas de ADN, mientras viven días de agonía e incertidumbre, según indica el reporte de la BBC Mundo de este 26 de diciembre.
“La mafia se los llevó”
Según testimonios que recoge la agencia noticiosa inglesa, la última señal de vida de los menores fue una llamada telefónica en la que uno de ellos alertó a su padre sobre agresiones militares, solicitándole ayuda. Horas después, un mensaje anónimo informó que "la mafia se los llevó".
El ministro de Defensa, Gian Carlo Loffredo, primero desmintió y luego reconoció que los menores fueron detenidos por una patrulla militar de 16 efectivos. Inicialmente, las autoridades atribuyeron la desaparición a grupos delincuenciales, pero las evidencias señalan responsabilidad militar: hay cámaras de seguridad que captaron el momento en que dos niños eran subidos a una camioneta militar, imágenes ahora en manos de la Fiscalía.
Honda congoja en Ecuador y gran impacto político y social
El caso ha generado una ola de protestas y cuestionamientos sobre la militarización de Ecuador, implementada en 2024 para combatir al crimen organizado. Esta decisión del gobierno de Noboa ha derivado en denuncias de abusos policiales y militares, incluidos otros casos de desapariciones forzadas.
Con el país inmerso en la próxima campaña electoral, el presidente enfrenta presión para esclarecer los hechos. Este caso podría complicar sus aspiraciones de reelección, ya que la seguridad es un tema clave para los votantes.
Las familias exigen justicia
Decenas de ciudadanos han salido a las calles para exigir justicia y respuestas inmediatas, con poca difusión en medios uruguayos. Los familiares solicitan recuperar a sus hijos, vivos o identificados.
Mientras tanto, la jueza Tanya Loor dictó medidas cautelares a favor de las familias y ordenó una investigación exhaustiva. Sin embargo, la confianza en las autoridades está profundamente dañada. El crimen, el narco y las violaciones de derechos humanos en Ecuador, siguen en la agenda noticiosa.
Cero impunidad sea quien sea. Esa época fue otra. Y mientras yo sea presidente, no volverá.
Como padre de familia y su comandante en jefe, dispuse que debe darse toda la colaboración necesaria a la justicia y respetar el carácter técnico de la investigación de Fiscalía.
He…
— Daniel Noboa Azin (@DanielNoboaOk) December 22, 2024