España ingresa en un período de diálogo en Cataluña, con incierto final

Cataluña es una de las provincias más ricas de España. En forma paralela, la historia soberanista, catalanista e independentista, completa un cóctel explosivo.

El gobierno español que encabeza Pedro Sánchez logró ser elegido presidente gracias a la abstención del grupo Esquerra Republicana de Cataluña. Pero puso condiciones: que Madrid iniciara inmediatamente un diálogo con el gobierno de Cataluña para tratar de encontrar una solución a las diferencias que tensan esta región.

La cuestión es tan compleja que el liderazgo independentista está ubicado en la izquierda y en la derecha; es lo único que los une. Con la diferencia histórica nada desdeñable, que la izquierda republicana siempre fue independentista y la derecha lo es desde hace poco y por conveniencia: maneja la caja de la provincia.

Cataluña es una expresión cultural, geográfica e histórica que va mas allá de los territorios actuales. Historiadores hablan de una Cataluña francesa e incluso que se estira hasta las Baleares.

Hace 15 días, Sánchez y Quim Torra –presidente catalán- se reunieron para aplicar el cronograma del diálogo.
Sánchez dijo ese día.

Torra a su vez pidió que no persiguiera mas a los independenstistas (hay 5 dirigentes presos).

Hace pocas horas, Sánchez anunció el inicio de las conversaciones formales el próximo lunes, pero Torra dijo que no se tuvo en cuenta la agenda de la Generalitat. Así están las cosas, en un proceso que tuvo un centro histórico en el año 1714 cuando la monarquía de entonces ganó la guerra contra Cataluña.

De ahí para acá, más desencuentros que encuentros, pese a los estatutos autonómicos. Lo cierto es que el catalán soberano es muy fuerte. La dueña de una librería me dijo: “cuando un español viene a comprar un libro…”. Ella hablaba de otro país, “un español”. Ella no se siente española, al igual que cerca de la mitad de los catalanes.

El diálogo no será fácil, sobre todo cuando hay presos cinco políticos que pueden tener penas de 15 años por sublevación. Con presos, el diálogo es difícil. Por eso el reclamo de amnistía. Pero ese mecanismo difícilmente se aplique porque la derecha de PP, Ciudadanos y VOX no quieren el diálogo ni ceder a las pretensiones catalanistas por más moderadas que sean.

Linng Cardozo.

20 de febrero de 2020. Barcelona.

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