En su espacio de reflexiones en M24 el expresidente José Mujica alertó que aumenta “la desigualdad” y señaló “lo que pasó en Chile” desde 2019 con “una bronca de órdago en las calles” porque “el crecimiento de ninguna manera significó distribución para la inmensa mayoría de los trabajadores”.
Mujica lamentó que el país “ha retomado un viejo camino que se mantuvo hasta el 2006” y que desnuda un “aumento permanente y sistemático de la desigualdad, por varias cosas pero la más importante y que siempre hay en primer término que recordar es la cuestión del salario, que para colmo en el Uruguay está unida con las jubilaciones; y más del 95% de la población uruguaya, directa o indirectamente, vive del salario o de las jubilaciones” y así “cuando los salarios no se ajustan a la suba del costo de vida o peor, cuando retroceden, hay naturalmente una pérdida de poder adquisitivo y eso contribuye a acentuar las naturales desigualdades en la sociedad”.
Reseñó trazos centrales de la evolución económica en general y fiscal en particular de “los países desarrollados” occidentales que en la posguerra dieron nacimiento al “´Estado de bienestar´”, y recordó la relación de esto con “el ´peligro rojo´, la Unión Soviética”, para “frenar el avance político” del Socialismo; evocó “las reformas conservadoras” lanzadas en Occidente en los albores de los ´80 al influjo de la idea de “´cobrar menos impuestos a los sectores poderosos porque son los que pueden invertir y conviene que inviertan porque ello va a generar trabajo y riqueza y después sobre el resto de la sociedad se va a ir desparramando esa prosperidad´”, parafraseó.
“Esta doctrina (…) que en América aplicó la dictadura de Pinochet produjo algunos resultados espectaculares (…) en las economías pero un aumento feroz de la desigualdad” y con esto “hay una creciente polarización” social; es así que “en los últimos 25 años la víctima propiciatoria de este proceso es el fuerte estancamiento de sectores de clase media, que quedan sin poder crecer y al borde de poder caer en cualquier circunstancia” mientras que “la economía global sigue creciendo y aumentando”, o sea que “se concentra cada vez más” y esto evidencia que “la plata trae la plata”, graficó Mujica.
En el curso de este proceso de mediano plazo, en nuestro país se produjo “un cambio dramático a partir del 2006 por las reformas que se introducen” por parte de los gobiernos del Frente Amplio, “fundamentalmente el ajuste salarial por encima de la inflación, y sobre todo un mayor aumento de los ingresos más bajos, porque el primer elemento que distribuye en una sociedad es el salario, y esto hay que recordarlo hasta el cansancio”, anotó.
“Esto, sumado a una reforma tributaria que le quitaba algo a los salarios más altos y a que aumentaron considerablemente las Asignaciones Familiares”, determinó en consecuencia “una disminución considerable de la desigualdad que como proceso se mantuvo hasta finales del 2013”; y ya “hoy estoy absolutamente seguro” de que en Uruguay volvió a “aumentar la desigualdad, las diferencias entre los extremos de la sociedad; en este momento hay no menos de 25.000 personas que tienen un ingreso de 15.000 dólares mensuales promedio”, cifra que “equivale a más o menos 30 ingresos promedio”, relación que “habla de que estamos muy lejos de una distribución medianamente equitativa, pero peor es que tiende a aumentar y lo veremos en los próximos meses” al publicarse determinados “números”.
Por lo tanto, “cuando se dice ´subió el Producto Bruto´, nunca da idea esa cifra de cómo se distribuyó en el seno de la sociedad, porque de lo contrario, si no fuera así, no hubiera pasado lo que pasó en Chile”, donde “se armó una bronca de órdago en las calles porque ese crecimiento de ninguna manera significó distribución para la inmensa mayoría de los trabajadores; y esta es la cuestión: luchar por el crecimiento pero que no se distribuya es uno de los problemas más crudos de nuestro tiempo”, apuntó.
