La integrante de la organización interbarrial multisocial, Elba Núñez, explicó que la violencia sigue siendo una constante en algunos barrios y, si bien las nuevas autoridades del MI mostraron una actitud más receptiva, el presupuesto para 2025, pactado por el gobierno anterior, limita las posibilidades de hacer cambios sustanciales.
“Hemos tenido, en lo que va del año, cinco niños muertos por balas y 20 niños, niñas y adolescentes baleados. Esto es un número inaceptable”, aseguró a Nada que perder la integrante de La Vida Vale, una organización interbarrial multisocial, Elba Núñez, sobre la situación en algunos barrios periféricos de Montevideo.
Este lunes hubo una instancia de intercambio en el Complejo SACUDE, ubicado en el barrio Municipal de la Cuenca de Casavalle, con la subsecretaria del Ministerio del Interior, Gabriela Valverde, y, al respecto, Núñez aseguró que “este nuevo Ministerio del Interior (MI), así como el de Desarrollo Social, escucha a los territorios y a las organizaciones sociales”, lo que “es un gran cambio que hemos notado con el gobierno anterior”.
Núñez explicó que la violencia sigue siendo una constante, con balaceras en cualquier momento del día y, si bien las nuevas autoridades del MI mostraron una actitud más receptiva, el presupuesto para 2025, pactado por el gobierno anterior, limita las posibilidades de hacer cambios sustanciales inmediatos.
Acerca de la reunión, la integrante de la organización contó que desde el MI se pretende trabajar con los tres niveles de gobierno, lo que consideró acertado y necesario. “Si no trabajamos políticas de Estado de los tres niveles de gobierno, va a ser muy complejo mover la aguja de las situaciones que tenemos en los territorios”, manifestó y agregó que “cuando el Estado no ocupa los territorios, los ocupan otros actores”.
Para Núñez, se debe trabajar de forma mancomunada para “volver a entrar a los territorios y trabajar con los vecinos”, a la vez que aclaró: “yo no digo que no exista el Estado en el territorio, pero si trabaja hacia adentro y no trabaja construyendo comunidad y tejido social, no cambian las formas de habitar los territorios”.
En este sentido, indicó que el trabajo con el director de Convivencia del gobierno pasado fue “complejo”, porque “vino dos veces al barrio y después desapareció del mapa” y recalcó: “si vos tenés una comunidad absolutamente abandonada, sola, por más que nosotros queramos y tengamos potencia en nuestro accionar, no podemos resistir algunas cuestiones que del otro lado son demasiado potentes”.
Núñez también planteó la necesidad de la existencia de la Policía comunitaria en el territorio, que sepa qué está pasando y qué necesita la comunidad. Al respecto, manifestó que, si bien este planteo se hizo durante el gobierno anterior y que no se concretó, las autoridades actuales sí lo están pensando.
Acerca del Complejo SACUDE, Núñez destacó su importancia en el barrio y afirmó que “es el sol que tenemos en nuestro territorio y en varios, porque más de uno nos mira porque quieren replicar esta forma de trabajar en otros territorios”. A pesar de su relevancia, expresó que es necesario contar con más recursos y “con equipos técnicos potentes que puedan trabajar con la población”.