Decía el escritor y periodista argentino Rodolfo Walsh que “los muros son la imprenta de los pobres”. Históricamente los movimientos sindicales, sociales y estudiantiles han utilizado los espacios disponibles para dar a conocer una síntesis de sus pensamientos y reclamos.
En estos días el Centro de Estudiantes del Magisterio emitió un comunicado denunciando “un atropello a la libertad de expresión”, luego de haber realizado, como es habitual, una pintada en la fachada de la sede de Montevideo de los Institutos Normales de Montevideo.
En ese comunicado comentaron parte de lo sucedido: “Cuando estábamos terminando la mayoría de los estudiantes nos fuimos a otra actividad, quedando solamente tres compañeras. En ese momento llegó un patrullero y una oficial entró a hablar con la directora. Al salir, la oficial explicó que desde Dirección no se iba a hacer denuncia pero que el Consejo Directivo Central (CODICEN) sí había denunciado y por eso tenían que llevarse sus datos personales”.
Sin embargo el consejero del CODICEN Juan Gabito negó que la denuncia hubiera sido realizada por el organismo, pero dijo compartir el espíritu de la misma.
Luego fueron citadas para presentarse en la seccional a fin de ser notificadas de una citación judicial para el 30 de agosto, por daños en espacios públicos. Esto surge de las declaraciones de Gabito para quien “el espacio público no es susceptible de apropiación material ni ideológica y el daño de propiedad pública es ilícito”.
