Al hablar de un plan de cualquier tipo se analiza la existencia de objetivos definidos, actividades a realizarse para alcanzar las metas, una definición de responsables de cada actividad, cuándo se completarán, los recursos necesarios y los mecanismos para evaluar si los objetivos fueron alcanzados. Este conjunto de definiciones dan cuenta de un plan de acción, especificó Saavedra.
De este marco, el Plan Dignidad presentó un documento en 2020 ante parlamentarios, pero no hay un documento de circulación masiva que permita discutir los conceptos. Hay algunas acciones vinculadas a la reparación de espacios vandalizados, relocalización de cuatro cárceles, ampliación de cupos para horas de primaria y secundaria, la construcción de aulas para dar clases, alguna renovación de convenios educativos, salud e inclusión social, la construcción de una cárcel de máxima seguridad, replicar la experiencia del polo industrial, reflotar el tema de las chacras.
"Estas acciones que relaté y que no surgen de un documento debatido y consolidado sino del resumen que está en la página web del Ministerio del Interior, de la presentación del 2020, parece como muy poca cosa como para llamarle plan de acción", sintetizó.
Para Saavedra, el Plan Dignidad "no parece ser un plan consistente que responda a una planificación estratégica en función de una institución que deseamos tener en el mediano plazo".
No hay presupuestación, y eso es un gran problema, definió el especialista. Fondos para construir cuatro cárceles y una de máxima seguridad, no aparecieron. "Construir cárceles es algo que el sistema siempre hizo, no parece estar en la descripción de acciones recurrentes del sistema penitenciario, aquellos objetivos que tienen que ver con la transformación definitiva del sistema".
El trabajo y estudio en cárceles no es nuevo, ni tiene relación con una transformación radical del sistema. Como no hay definidos instrumentos para medir las acciones, hay una gran nebulosa: no se sabe cuándo comenzó el Plan Dignidad, no se sabe en qué está, ni hay tiempos ni instrumentos para determinar objetivos.
"Entonces, la sugerencia constructiva que hacemos es que, si fuera posible y si las autoridades lo entienden pertinente, tomar este material en la web del Ministerio del Interior y otros de organizaciones, parlamento y la sociedad civil, y sentar a las ONG, comisionado parlamentario, la justicia, Mides, y todos los actores vinculados para consolidar un plan de acción estratégico que sustente y ejecute el cambio en las prisiones.
"Me temo que termine el ejercicio de esta administración y el sistema penitenciario siga en el mismo esquema de dificultades que tenemos al día de hoy", concluyó Saavedra.