Just Louis Fontaine será recordado por su actuación dentro de la cancha de fútbol, por los 13 goles que convirtió durante el mundial de Suecia 1958. Pero también por su labor fuera de las canchas, con la organización del primer sindicato de jugadores profesionales y por respaldar a los jugadores que, nacidos en Argelia, renunciaron a jugar con la selección francesa y participaron en el combinado del Frente de Liberación Nacional argelino.
Los 13 goles, la cifra mágica que todo delantero quiere derribar en un mundial de fútbol. Su dueño es Jules Fontaine, nacido en el protectorado francés de Marrakesh un 18 de agosto de 1933 y fallecido este jueves 2 de febrero de 2023.
Debutó como profesional en Niza, en 1953. En tres años, el equipo ganó una Copa de Francia y una liga. Anotó 42 goles. Pasó al Stade de Reims para sustituir a Raymond Kopa, nuevo jugador del primer Real Madrid galáctico. Nuevamente campeón francés de liga y de copa, su nombre sonó rápidamente para defender a Les Bleus en la Copa del Mundo de Suecia, en 1958.
En ese mundial convirtió tres goles contra Paraguay, doblete contra la poderosísima Yugoeslavia, gol ante Escocia, otro doble ante Irlanda del Norte, parejísimo partido contra Brasil hasta la lesión del lateral francés Robert Jonquet (las reglas aún no habían incorporado la posibilidad de cambiar jugadores), y un hat-trick ante Alemania Occidental. La cifra mágica: 13 goles.
Un año antes de su retiro, que fue en 1962, se unió a Eugène N’Jo Léa para fundar la Unión Nacional de Futbolistas Profesionales. Once años de lucha sindical fueron necesarios para que los clubes de fútbol de ese país reconocieran que los contratos de los jugadores tenían plazos límite, además de otros derechos laborales básicos. Fundamental fue la entrevista que dio, justamente, Kopa, el futbolista que al partir a España dio el lugar a Fontaine en su anterior club. “Somos esclavos en pleno siglo XX”, dijo.
Fontaine estuvo al frente de la defensa de los jugadores amateurs que, en el Mayo Francés del 68, coparon la sede central de la federación para colgar en el mítico balcón de Jules Rimet una pancarta con la frase: “le football aux footballeurs!!”.
Y antes, en sus años mozos, promovió la redacción de una carta en defensa de los jugadores de la selección francesa que marcharon a integrar el equipo que realizó una gira de partidos por la Europa del Este y China a favor del Frente de Liberación Nacional argelino.
“El viejo fusil”, mencionado por Pelé como uno de los más grandes jugadores del siglo XX, falleció en su casa de Toulouse. El fútbol cambió de forma vertiginosa pero sus peleas siguen vigentes, tanto o más aún que su marca mundialista personal.
