“El promedio de días asistidos el año pasado en Primaria fue de 152 sobre 182 jornadas lectivas, es decir que fue la peor asistencia desde el año 2000 y antes, peor incluso que el año 2009”, advirtió el exdirector del Consejo de Primaria Héctor Florit en INFO 24.
Florit precisó que el dato mencionado “significa que un alumno promedio faltó un mes y medio a clase, ausencias que son peores en primer año, peores en Montevideo: ahí más de la mitad de los alumnos no tuvieron asistencia regular” durante el “año 2022”.
Alertó que “el mismo indicador en Inicial, el promedio de asistencia, es más bajo: apenas 133 días en promedio, es decir que un niño promedio de Inicial faltó dos meses y medio a clase, y en los contextos más críticos faltó un día cada tres, más del 30%.
Después el entrevistado también advirtió que “la asistencia insuficiente, que es otra forma de medir -registra a aquellos alumnos que tienen entre 70 y 140 días, que van un día, que faltan otro, alumnos que suman dos o tres meses de faltas al año-, en esta situación quedó el 20% de los escolares el año pasado”.
“Eso quiere decir que casi 50.000 niños tienen asistencias insuficientes; en el último año de la administración era prácticamente la mitad el ausentismo, la asistencia insuficiente era de 25.900”; actualmente “la asistencia insuficiente es aún peor en primer año, donde uno de cuatro niños tiene esta característica”:
“Y lo peor, en términos sociales, de equidad, es que (…) en el contexto más crítico un tercio de los niños tienen esta situación; en los más pudientes, de mejores ingresos, es uno cada 10”.
El exjerarca agregó en el mismo sentido que “según el tipo de escuelas pasa exactamente lo mismo: aquellas de contexto de pobreza de cuatro horas tienen casi un tercio de niños que faltan mucho, y todo el resto de las escuelas tienen la mitad, un 15%”.
El exdirector de Primaria resumió que “hablamos de datos que son extremadamente graves, 2022 tuvo el registro mínimo de días asistidos en décadas, duplicó los escolares con asistencia insuficiente respecto a 20 años anteriores a la pandemia”.
Avisó que “el ausentismo es sin duda el principal problema que tiene la escuela pública uruguaya, tiene consecuencias dramáticas: son menos aprendizajes, son dificultades en la socialización, es la discontinuidad en el acceso a los comedores, es el riesgo de repetir, de extra-edad, de deserción temprana”.
“El perfil de los alumnos que tienen peor asistencia se ubica mayoritariamente en hogares con necesidades básicas insatisfechas, con bajo nivel educativo, con padres desocupados, con familias numerosas, situaciones de hacinamiento, donde los propios adultos muchas veces no perciben la gravedad de la situación y justifican el ausentismo en razones del mal tiempo, o de problemas de transporte, o desinterés, ‘el niño no quiere ir’”.