Entrevistados en InterCambio los presidentes de los sindicatos AUTE y Fancap, Gabriel Soto y Gerardo Rodríguez respectivamente, analizaron el sentido de los anuncios económicos realizados este miércoles 11 de Marzo por el presidente Luis Lacalle junto a las jerarquías de Economía y la OPP.
Soto caracterizó que el “profundo conjunto de medidas” anunciadas en rueda de prensa implican “un ajuste sobre el pueblo”, siendo “lo más preocupante no (…) el número del ajuste” sino “el paquete, el contexto, lo que anuncia” como orientación y adelanto de los 5 años que vendrán.
Puntualizó que “el resultado de las empresas públicas” se encuentra “muy lejos de (…) una situación crítica”, y que en cada una de ellas ese resultado “está lejos de ser un agujero” financiero ni contable.
Denunció que “un aumento de tarifas” de casi todos los servicios básicos que garantiza el Estado “pega directamente en los hogares” asalariados y trabajadores en general, mientras que “a los grandes consumidores no les aumenta igual” porque éstos, por ejemplo, “el kilovatio/hora” lo pagan a “la mitad del precio” que pagan los hogares.
Resulta “difícil de recibir” las palabras de la ministra de Economía y Finanzas, Azucena Arbeleche, diciendo “que el aumento de impuestos es para generar más empleo”, cuando el gobierno ordena “una reducción de vacantes” en el Estado a apenas días de haber asumido. A los trabajadores, “mantener la vida hoy les pesa más” que ayer y que la semana pasada.
El presidente de la Agrupación de Trabajadores de UTE sentenció que en el “aumento de tarifas” anunciado en la víspera por el gobierno ´multicolor´ “no hay nada técnico, es un criterio político que se utilizó para este aumento de tarifas”, siendo el asunto central del tema “quién se beneficia”.
Se preguntó “dónde van a quedar las empresas públicas” con los recortes de inversiones y gastos también anunciados ayer por el gobierno, y “cómo puede llegar a impactar” esa serie de recortes en la calidad de “los servicios”. Por ese camino, “el patrimonio estatal va a estar tecleando”.
Estos recortes operarán sobre un deterioro previo en el caso de UTE porque “en 2018 y 2019 la calidad del servicio se vino a pique” hasta quedar “por debajo de los mínimos aceptables” debido a reducciones en las inversiones.
Al igual que su compañero de Fancap, Soto reflexionó sobre el hecho de que en Uruguay “tenemos medios de comunicación” que en su mayoría “son militantes” del liberalismo económico y la derecha política.
“Hacen mucha mella” en la población que se informa con ellos, lo que puede apreciarse una vez más desde anoche con solo escuchar “las preguntas” formuladas a los gobernantes y leer las decenas de notas, donde además no faltan reporteros y comunicadores que defienden el ajuste. “Terminan hasta legitimando” la denominada “readecuación tarifaria”.
Los entrevistados abordaron el tema de la prosperidad y las elevadas ganancias de los sectores agropecuarios y exportadores, que no obstante logran instalar, con la ayuda sistemática del gran circuito mediático, la idea de que pierden dinero y que están deteriorándose, convenciendo así a gran parte de la población de la supuesta necesidad de realizar ajustes al bolsillo de los trabajadores, a las empresas públicas y al Estado todo, achicando la economía del conjunto del país y debilitando el patrimonio nacional.
Rodríguez, por su parte, denunció el “claro componente de clase, clasista” en dirección antipopular, del paquete de anuncios de la víspera, claramente “enmarcado en la Ley de Urgente Consideración”, que es notoriamente “una Ley programática” del proyecto restaurador en marcha en el país.
Con esa Ley y la primera tanda de anuncios, se opera la “instalación de un programa neoliberal claro, de ajuste del capital”, que no termina con lo anunciado sino que recién empieza, pudiéndose prever con seguridad que habrá más golpes económicos contra la población “con todas las herramientas que tengan”. “Un ajuste del capital que será puro y duro”.
Para aplicar ese programa regresivo “el gobierno parece transitar el camino de (Mauricio) Macri hace cinco años”, apelando a “instalar” el mismo concepto falso de “la pesada herencia” del gobierno progresista.
En lo particular de Ancap, el dirigente anotó que “bajó 11%” el precio conjunto de las dos variables que componen el grueso de la paramétrica, es decir el dólar y el petróleo. Por lo tanto, “tenemos condiciones para rebajar los combustibles” al menos en ese porcentaje, pero los nuevos gobernantes “ya están diciendo que van a ajustar al alza dentro de tres meses” los precios de los carburantes, así como también “van a aumentar el Imesi”.
“Están prefigurando que lo van a hacer porque allí también hay una intención de recaudar” en base al “aprovechamiento de condiciones externas”, incentivando al efecto “un aumento del dólar”, razonó.
Entonces, “el concepto de que si le va bien al gobierno nos va bien a todos, es una mentira” tratándose de “un gobierno neoliberal”, y resultando evidente desde el inicio que “se va a gobernar para las clases dominantes”.
Y dado que “los medios de comunicación contribuyen a legitimar ese sentido común” del neoliberalismo y la necesidad del ajuste, desde “el campo popular” y el movimiento sindical “tenemos que construir iniciativa política para llegarle a la gente”, con el objetivo de “reconstruir el vínculo” con los diferentes sectores del pueblo. Con ello se contrarrestará, por lo menos en parte, la acción “hegemónica de los medios de comunicación”.
Rodríguez convocó así a “construir un frente social que pueda enfrentar esta política” oficial durante los “cinco años” que restan hasta el final del mandato. Esto es relevante porque “la derecha luchó” por llegar al gobierno y por ello “no va a renunciar” a aplicar su programa, por lo tanto “los trabajadores vamos a sufrir el embate del capital y el neoliberalismo”.