Ante una situación excepcional, las medidas actuales para paliar los efectos de la sequía son muy puntuales, como demandó el intendente de Canelones, Yamandú Orsi. Destacó la buena articulación entre las intendencias y el Gobierno nacional, pero la dimensión del desafío exige respuestas de largo plazo, planteó.
Este jueves 16, el Congreso de Intendentes recibió a las autoridades del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca, en el marco de los problemas surgidos por el intenso período de sequía que afronta el país.
Consultado por la prensa al finalizar el encuentro, Orsi reconoció la labor de las 19 intendencias para paliar los efectos de la sequía, pero reconoció que no alcanza. "Hay gusto a poco por la magnitud del problema que nos presenta un desafío futuro", reflexionó Orsi.
Por ejemplo, en Canelones los productores tienen poca "espalda" y los créditos no son una solución integral, describió. Precios aumentarán, el invierno no será fácil sin engorde ni entore, por ejemplo.
Hay buena coordinación, hay políticas concretas de articulación entre intendencias y ministerio, pero surgen nuevas intervenciones como el trabajo para instalar infraestructura que ofrezca sombra a los animales que se crian a la intemperie, limpieza de tajamares o incluso la recomposición de pozos de agua que, si se secan, se pierden.
Coordinación y fondos son todos bienvenidos, pero el desafío a futuro es gigante, definió. Esto nos obliga a pensar en el futuro con una cabeza nueva, porque lo hecho no alcanzará para lo que se viene.
Se suman los problemas generados por los incendios y el trabajo de OSE para resolver el consumo de agua potable. En ese sentido, hay que finalizar embalses en el Solís Chico y cuidar la fuente de reserva del Lago de los Cisnes, y comenzar la construcción de la represa de Casupá, definió Yamandú Orsi.