La ex vicecanciller afirmó que el entonces jerarca le daba “órdenes contradictorias” ya que en privado le decía que los “perdiera” pero en el trámite formal se “lava las manos”.
La investigación administrativa realizada por Cancillería tras el cambio de gobierno arroja novedades en el marco de la causa que investiga la destrucción del documento con los chats entre Carolina Ache, ex subsecretaria de Relaciones Exteriores, y Guillermo Maciel, ex subsecretario del Interior, en los que hablan sobre la detención del narcotraficante uruguayo Sebastián Marset.
La investigación fue abierta hace dos años, tras las declaraciones de Ache en Fiscalía. Sin embargo, no ha habido aún citados en el marco de la causa. Aun así, semanas atrás la carpeta recibió nueva documentación en el marco de la investigación antes citada.
El trabajo, que fue realizado por la abogada de Presidencia, Victoria Sasso, derivó en el inicio de un sumario a Francisco Bustillo (excanciller) y Carlos Mata (exjefe de Jurídica) por irregularidades, como informó La Diaria.
En el marco de la investigación, Sasso entrevistó a los funcionarios de la cartera que estuvieron implicados, pero también a las jerarquías del momento: Bustillo, Ache y Mata.
Esta nueva evidencia arroja novedades acerca de lo que sucedió entre el 18 y el 28 de noviembre de 2022, fechas entre las que se realizó la protocolización de los chats y el documento fue entregado a la Justicia.
Según informó El Observador, Ache reiteró en su declaración que no quiso entregar los chats durante la primera investigación de la Cancillería porque no formaban parte del “objeto de la investigación” aunque luego los puso a disposición de Bustillo diciendo que si entendía que había que aportarlos para colaborar con la Justicia los iba a entregar inmediatamente.
La ahora designada embajadora en Portugal aseguró que “el 18 de noviembre los protocolizó con escribana porque tenía miedo que desaparezcan o que me robaran el celular, y no quería perderlas por miedo”.
Según contó Ache, el entonces canciller le daba “órdenes contradictorias” ya que en privado le decía que los “perdiera” pero en el trámite formal se “lava las manos”. “Fueron repetidas veces, como él mismo reconoce en Fiscalía. Por eso lo grabo, porque se venía dando en forma indebida y repetida. Me dio la pauta que podía estar preparando una cama”, afirmó.
Ache aseguró que había “presiones” de Bustillo para resolver el asunto de los chats. “Yo protocolizo las comunicaciones porque ya habían iniciado las presiones de Bustillo. Los audios que yo presento en Fiscalía son del 14 de noviembre, de esa misma semana. Él me estaba presionando para que no los aporte, mientras la investigación me los pedía formalmente”, sostuvo.
Por su parte, Bustillo negó las presiones: “Resulta que la señora Ache grababa a sus superiores y salió lo que salió. Yo no le indiqué a Ache que no los entregue... a mi me importaba que todo se cumpliera. Ella no los quería entregar”, expresó.
“Yo vivía viajando y ella era ministra interina, o sea nadie la presionó. Cuando ella quiso entregarlos, los entregó. El audio que sale a la luz, ella me llama e intenta sacar de mentira a verdad. Y le dije que perdiera el celular, pero se lo dije para ayudarla a ella, pero yo no tenía nada que ver con esos audios. Pero ya me tenía harto cuando me llamó y le dije cualquier disparate, esa es la realidad", agregó Bustillo.